Una ola de calor recorrido España durante las últimas semanas, llegando a alcanzar hasta 44ºC en algunas zonas de la península. Por este motivo —en el caso de los perros— desde la Real Sociedad Canina de España han elaborado una serie de datos curiosos o aspectos clave a tener en cuenta sobre como sufren los golpes de calor los perros . Por su parte, desde la RSCE ofrecen también una serie de recomendaciones para ayudar a tu mascotas en esta situación tan peligrosa: – Evitar la exposición solar prolongada. Hay que buscar horas de paseo en las que el sol no caliente tanto e intentar encontrar rutas con sombra. – Tener siempre una botella de agua cerca para darle de beber al perro para que siempre esté hidratado. – Puede parecer que con tanto pelo pasan más calor, pero lo cierto es que si los afeitamos, como el caso de los perros de pelo largo en verano, exponemos más su piel a la radiación solar y se incrementa el riesgo de quemaduras. – No dejar al perro en el interior del coche. Una curiosidad, seis grados es la diferencia que puede haber de temperatura entre un coche blanco y un coche negro después de haber estado al sol por una hora. Como ya hemos mencionado con anterioridad, nuestros animales de compañía son muy sensibles al incremento térmico y algún descuido vuelven a poner al golpe de calor en primera plana. Este accidente provocará una serie de fenómenos patológicos en nuestras mascotas, de elevada gravedad, que podrían conllevar incluso a la muerte, en los casos más graves. El primer eslabón de la cadena lo constituye la exposición solar. Si por un descuido, hemos dejado a nuestro animal de compañía en el vehículo. Los coches se convierten en auténticos hornos cuando la temperatura exterior es elevada. Ventanas cerradas, vehículo aparcado sin aire acondicionado funcionando, serán motivos frecuentes y desencadenantes de la crisis térmica en nuestros animales de compañía . Nuestro perro o gato necesitan sombra y agua . En la naturaleza soportan los incrementos térmicos, protegidos en oquedades, matorrales y bosques donde la sombra les puede proteger. En los vehículos y habitaciones cerradas y calurosas, esto no sucede. En los perros y en los gatos , los mecanismos de termorregulación pueden no ser tan eficaces como en el ser humano. Jadeando, sudan mínimamente en almohadillas plantares, vaso dilatan en los pabellones auriculares y salivan copiosamente, además de respirar mucho más rápido. Así todo, estos mecanismos llegarán a fracasar en un gran número de ocasiones. «Por ello, el golpe de calor se ha convertido en urgencia no deseable y ciertamente frecuente en los Centros Veterinarios en estas épocas», nos comenta Javier Álvarez de la Villa del Centro Veterinario Víctor de la Serna. En estas fechas tan calurosas es importante asegurar el bienestar de nuestros amigos felinos . Con pequeños gestos, y tomando consciencia de nuestro entorno, podemos darle a nuestro gato una temporada de vacaciones mejor. Las altas temperaturas pueden suponer una verdadera amenaza para los gatos. Por ello ofrecemos, ocho consejos para proteger a tu gato del calor. 1- Agua fresca en su bebedero : Compruebe regularmente que tenga agua fresca y limpia a su disposición las 24 horas del día. Un truco para mantenerla fresca es poner de vez en cuando un cubo de hielo en el recipiente del agua. Para estimular al gato puedes poner una fuente para gatos que tenga agua en movimiento continuo. 2- Protegerlo del sol : Es muy importante que el gato tenga un lugar fresco y protegido del sol donde descansar, sobre todo en las horas más cálidas del día. Esto se aplica tanto a los que viven dentro de casa como a los gatos que tienen acceso al exterior. Sin zonas de sombra en las que refugiarse podría sufrir un golpe de calor. 3- Mantener un ambiente fresco en el hogar : Lo que funciona para nosotros, también le irá bien para su gato. Puedes mantener las persianas abajo para evitar que entre demasiado el sol y utiliza el aire acondicionado o un ventilador para bajar la temperatura ambiente. En este último caso, asegúrate de que el aire no llegue directamente al gato. 4- Descanso en las horas más calurosas: Cuando hace calor, los gatos se vuelven menos activos y hacen bien. Una de las recomendaciones es asegurarse de que el gato no haga ejercicio en los días más calurosos. En las horas más cálidas del día evita las sesiones de juego intenso o que el gato salga al exterior. 5- Buscarle lugares frescos: Muchos gatos encuentran por sí solos los lugares más frescos de la casa para descansar, como la bañera o el lavabo. Además de dejar que se refugien en estos lugares, puedes preparar tú mismo otros espacios frescos para que el gato pase las horas más cálidas del día. Una posibilidad consiste en comprar una cama que favorezca la dispersión del calor. Puedes encontrar, por ejemplo, distintas mantas refrescantes que bajan la temperatura corporal unos grados. 6- Un buen cepillado: Es normal que en los meses más calurosos los gatos suelten más pelo que en invierno. Un cepillado frecuente puede ayudar al gato en este proceso, además de prevenir la formación de nudos y enredos. 7- Refrescar al gato con una toalla húmeda: En días muy cálidos como los que estamos padeciendo puede mojar al gato con una toalla húmeda desde la cabeza hasta el dorso. El agua, al evaporar, provocará un efecto parecido a nuestro sudor y a pesar de que a la mayoría de los gatos no les gusta el agua, suelen tolerar el contacto con una toalla húmeda. 8- Cuidado con los golpes de calor: Si la temperatura del gato sube demasiado, te puedes dar cuenta gracias a una serie de signos: el gato puede ponerse nervioso, empezar a jadear, salivar en exceso, resultar caliente al tacto, temblar, tambalear, vomitar y sus encías pueden aparecer de un color más oscuro e intenso de lo normal. En casos graves, el gato puede desmayarse e incluso morir. Los gatos que están expuestos a un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor son, como en el caso de los perros, los de cara chata, los gatos sénior, los gatos obesos y los que padecen enfermedades cardíacas o problemas respiratorios. El llamado factor racial está ciertamente implicado. Animales braquicéfalos, es decir, aquellos con narices chatas, están más predispuestos. Razas bonitas con caracteres maravillosos, pero han de pagar este peaje. Son extremadamente delicados ante el calor. Sus narinas (orificios nasales) más angostas, la tráquea más delgada y no extensible como en otras razas, la faringe estrecha, el paladar blando que interfiere en la laringe, constituyen hechos morfológicos negativos para el intercambio de aire, de calor y determinan una inadecuada termorregulación en estas razas. En ellas, tendremos que extremar precauciones. Otro condicionante lo encontramos en la edad. Los animales entrados en años, soportan muy mal la temperatura . Rechazan el paseo cotidiano y jadean día y noche. No duermen a las horas convenidas, llegando a trastocar el ritmo circadiano. El porcentaje de mortalidad aumenta en este rango de edad de manera sensible en los meses de verano. Nuevamente, habremos de extremar precauciones en estos animales. Otro factor importante es la obesidad. Animales con sobrepeso. Desde el punto de vista cardio respiratorio, la obesidad significa una debilidad. Por ello, la obesidad hay que prevenirla. Ante estas situaciones extremas el veterinario Álvarez de la Villa recomienda que la primera medida a tomar se dirige a disminuir paulatinamente con agua fría la temperatura corporal. El agua se aplicará poco a poco, y no repentinamente. Duchas parciales en diferentes partes corporales, además de frescas, podrían ser adecuadas. Además, se previenen, mediante infusión de fluidos frescos por vía intravenosa, los complejos daños vasculares y metabólicos que amenazan la salud en esos momentos. Pero el mejor de los tratamientos es la prevención. No olvidemos a nuestros compañeros en vehículos y lugares expuestos. Evitemos los momentos del día con mayor insolación, evitemos ejercicios y juegos agotadores limitándonos a un paseo normal. Tengamos especial precaución en razas predispuestas, rangos de edad elevados y animales obesos. Llevemos siempre con nosotros provisiones de agua fresca y mantengamos en el hogar el mayor confort térmico posible. Así, podremos protegerles de este frecuente e indeseable accidente. El verano es una época dura para los conejos y otros pequeños roedores, puesto que no soportan bien el calor y sufren mucho con las altas temperaturas hasta el punto de que pueden morir por un «golpe de calor». Expertos en pequeños roedores recomiendan que llegadas estas fechas se vigile su comportamiento durante esos días y meses de calor. Estos se vuelven más inactivos de lo habitual, eso es normal, como lo es que beba más agua y prefiera comer verduras y frutas antes que pienso. A partir de los 20º es cuando pueden comenzar a haber problemas. No sumerja al animal en agua fría, lo más indicado es mojar sus orejas (es por donde sueltan el calor) y su cuerpo con agua fresca y llevarlo de inmediato como en los otros casos al veterinario. Para combatir el calor hay que procurar porque la jaula con el conejo no esté expuesta al sol directamente, debe de estar a la sombra o en el lugar más fresquito de la casa (eso si, sin corrientes de aire). Hay que tener en cuenta que el sol va cambiando de posición a lo largo del día, así que hay que tener mucha atención y que siempre esté a la sombra. Si hay un ventilador en la zona procure porque no le llegue el aire de manera directa. ¿Un truco? Poner una toalla húmeda sobre la jaula, para que el aire traspase la toalla y proporcione aire fresco (esto en casos de calor extremo). Como el calor en los humanos hay que tener mucha precaución como venimos diciendo con los ejemplares mayores y los gorditos. Con las aves como canarios, periquitos y otras aves de jaula también hay que tomar muchas precauciones ya que son muy sensibles a las altas temperaturas. Hay que intentar que el lugar en el que esté la jaula esté a una temperatura no superior a los 20º y siempre a la sombra (que no le dé el sol de manera directa). Hay que tener mucho cuidado con los ventiladores y los aparatos de aire acondicionado: las corrientes son perjudiciales y hay que evitar que les llegue el aire de manera directa. A causa del calor, los parásitos y bacterias son más frecuentes, por lo que hay peligro de infecciones para los animales. Se recomienda limpiar la jaula a diario, así como retirar los restos de fruta o verdura dos veces al día y cambiarles el agua por la mañana y a media tarde. Además ponerles una bañerita o recipiente de plástico con agua para que el animal se dé un pequeño «chapuzón» que le ayudará a refrescarse. Por último, los hurones son unos animales muy delicados con respecto a las altas temperaturas. El frío lo soportan mejor; pero con el calor la cosa es bastante diferente. El «golpe de calor» en estos simpáticos animalillos (cuando superan los 27º existe el peligro de que entren en hipertermia) supone la pérdida de reservas de azúcar y sales del cuerpo. Los hurones no pueden regular su temperatura mediante el sudor pues carecen de glándulas sudoríparas. Ellos sólo pueden regular su temperatura mediante jadeos , el sudor que eliminan por las almohadillas de sus patas o el lamido de su pelo. Los expertos recomiendan una serie para evitar «golpes de calor» tenerlos durante las horas de más sol en zonas de penumbra, vigilar que los bebederos siempre tengan a disposición agua fresca (no fría) y limpia, entre otros.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-07-25 02:25:09
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