Hay unas cuantas verdades absolutas en lo que a salud se refiere, pero desgraciadamente necesitamos que el problema nos toque en nuestras carnes, o que haya mucho ruido mediático sobre el asunto en cuestión. Las recientes apariciones de la Reina Letizia con unas zapatillas barefoot , calzado que también se llama minimalista por buscar lo más aproximado a ir descalzos, ha puesto el foco en algo que muchos profesionales de la salud llevan defendiendo desde hace años, como Jesús Serrano, fisioterapeuta y máximo responsable de la Clínica Improve y autor del libro ‘La salud a tus pies’ (Editorial HarperCollins Ibérica). Hemos tenido el placer de entrevistarle en ABC Bienestar para que nos explique y profundice sobre cómo cuidar nuestros pies más allá de cualquier moda que nos quieran imponer. Aunque ahora nos lo pinten de una moda, lo del calzado minimalista lleva muchos años de vida ¿Cuándo y cómo entró en la tuya como profesional? Pues mira, en la carrea de fisioterapia parece que el pie es tema tabú, se trata alguna cosita, pero cuando alguien viene con un problema pues se le deriva al podólogo y punto. Yo tengo dos obsesiones, una es buscar la causa de la lesión y la otra es el movimiento, que creo que es la herramienta más potente que tiene cualquier fisioterapeuta. Si el hombro te duele hay que buscar la causa de por qué duele y después, a través del movimiento, restaurar su salud. Todo esto que lo vemos tan obvio en el hombro, la espalda, o en la rodilla parece que se olvida cuando llegamos al pie. Parece que buscamos tenerlo bien encerrado y sujeto, a mí esto desde muy pronto me chocó. He de decir que yo en mi ignorancia y mi arrogancia de ‘soy fisio y ya sé todo’ consideraba que había que ir bien amortiguado en la carrera como muchas personas creen. Hace unos cinco años aproximadamente descubrí que había una oferta de calzado ‘barefoot’ en el mercado que yo desconocía, y me puse a entrenar pies como un loco. Cuesta creerlo pero hay gente corriendo descalzos en una maratón, hace poco fue la de Madrid con unos cincuenta mil participantes, tres corrieron descalzos, ¿quién crees que tiene el pie más sano? ¿Esos o los que tienen que estar dependiendo de esta o aquella plantilla, que si el drop, o que si no sé qué? Además de estos tres habría otros muchos más corriendo con calzado minimalista, pero llaman menos la atención y no se les nota tanto. ¿Debemos entonces culpar al calzado de casi todo lo que les pasa a nuestros pies? El 95% de las patologías modernas del pie, por decirte un número que podría ser el 99%, están provocadas porque su estado es completamente insano y la causa es la de encerrar los pies en calzado que no tiene forma de pie. Los juanetes efectivamente tienen un grado de componente genético, pero la causa en sí es muchas veces el calzado, y eso mismo te pasa con los dedos en garra. Para entrenar un pie hay que hacerlo descalzo, pero el fruto de ese entrenamiento solo se puede perpetuar si el calzado tiene la forma, tamaño y funcionalidad de un pie. Igual que no me planteo recuperar una rodilla poniéndole hierros y atrofiando su musculatura, a un pie le entreno descalzo y le pongo un calzado barefoot porque de lo contrario se atrofia y se muere. ¿De cuántas cosas podemos echar la culpa a nuestros pies? Estoy en un momento profesional en el que acuden muchos pacientes a consulta sabiendo la atención que ponemos al pie, partimos del pie. Recientemente hemos tenido en nuestra clínica a una modelo famosa que siempre que corría tenía problemas de cintilla iliotibial, hasta el momento la trataban con masajes en la rodilla, o en el glúteo, o no sé cuántos pero, qué casualidad, tiende a tener un ‘juanetillo’ y ella misma se dio cuenta de que igual el problema empezaba por ahí. Esto nos pasa con otras muchas dolencias comunes como por ejemplo personas con trocanteritis, o con problemas de condromalacia rotuliana que, poco a poco, vas bajando hasta encontrarte con un pie inestable o un dedo gordo, que es el más importante, que está desviado. ¿Cómo podríamos explicarlo técnicamente, pero para que todo el mundo lo entienda? Me preguntan muchas veces por la evidencia científica que demuestra que el calzado barefoot es el adecuado, yo solo les digo que por favor cojan cualquier atlas de anatomía humana y miren la forma que tiene el pie, después que comparen a qué se asemeja más si a un calzado barefoot o al de cualquier gran marca comercial del mercado. Las grandes marcas son las que tienen que demostrar que correr con el dedo gordo torcido es más saludable. Parece que para que un zapato sea estético tiene que acabar en punta y esto tiene que acabarse, no solo por los adultos, sobre todo por los niños que no son los culpables de la moda. Estamos empezando a ver casos de niños de ocho años con juanete porque sus padres les han puesto un zapato bonito. Cuando estos niños, ya de adultos, vienen a consulta llegan con un pie con múltiples problemas; y ellos son ahora los responsables de las patologías que tendrán sus hijos por la elección de uno u otro calzado, y si los padres son los primeros que no saben que un zapato tiene que tener forma de pie, pues es un drama. Has hablado del tema de la amortiguación. Creo que todo el mundo es consciente de que no es sano un calzado de tacón alto y fino, que es estética, pero sí que hay una sensación de estar haciéndolo muy bien si llevamos unas zapatillas con muy buena amortiguación ¿Mal? Todo el mundo es libre de elegir, pero hay que tener la información adecuada para hacerlo conscientemente. Cuanto más amortiguación tengas más inestable eres, eso por un lado, la amortiguación misma también conseguirá que tu pie enferme poco a poco porque no tendrás sensibilidad, tu pie no tendrá que trabajar ante determinadas irregularidades, etc. Al no haber impacto, porque todo lo absorbe la amortiguación, va a ir descalcificándose y tus huesos acabarán siendo finos y débiles. Si analizas la salud ósea de cualquier tribu indígena que va descalza es espectacular, son pies anchos, musculados y preparados para afrontar casi cualquier cosa. Supongo que pasar de un calzado amortiguado a uno minimalista, o incluso ir descalzo, requiere de un proceso Por supuesto, hay que ir poco a poco. Los primeros pasos que diría son los de descalzarse en casa y en el gimnasio, que igual son los dos sitios donde más control podemos tener del entorno, donde hay más seguridad. Muchas veces me dicen eso de que ‘y si se te cae una mancuerna en el pie’, bueno, creo que una zapatilla de tela te está dando una falsa sensación de seguridad porque si se te cae una mancuerna te machaca el pie también con zapatilla. Al principio evitaría saltos y carreras hasta que el pie gane fuerza. Como en cualquier otra parte del cuerpo o entrenamiento hay que personalizar la progresión, aquellos pies que estén más patológicos tendrán que ir más lento que otras personas más acostumbradas. Lo que sí conviene saber es que el cambio es lógico que ocasione pequeñas molestias, igual que si alguien que está fuera de forma se apunta al gimnasio pues va a estar un tiempo con agujetas y sobrecargas, son cosas normales en cualquier cambio de hábito. No hay que asustarse, por ejemplo casi todo el mundo con pie cavo pasará un tiempo con cierto grado de fascitis plantar, pero es que es lógico. Cuando yo pasé al calzado barefoot los dos primeros meses sentía molestias en los talones porque estaba acostumbrado a zapatillas amortiguadas y con drop, y la grasa talar, que es un amortiguador natural, estaba poco estimulada así que necesitaba generar una mayor densidad para soportar la nueva presión a la que se estaba viendo expuesta. Seis meses después me levantaba con dolor en la planta de los pies, porque todo es un proceso de puesta en forma en el que hay inflamación, pero forma parte del proceso natural que ocurre en cualquier parte del cuerpo. A estas alturas es fácil deducir que el calzado es solo una parte, que también hay que hacer ejercicios específicos ¿no? No es solo cambiar a barefoot, sino hacer ejercicios específicos y empezar a entrenar descalzo para saber qué está pasando en tu pie al hacer ejercicio. A veces nos podemos estar fijando que hay un valgo de rodilla sin tener en cuenta qué está pasando con el dedo gordo del pie, que no vemos porque está tapado por el calzado, si los cimientos están torcidos se te va a ir abajo todo. Lo que tiene que quedar claro es que el calzado debe tener forma de pie, eso es innegociable. A partir de ahí ya podemos discutir si un poco más de drop o no, o si suela un poco más gruesa o más fina… Y empezar a prescribir ejercicios específicos para recuperar ese pie. ¿Harías alguna excepción? El zapato con forma de pie es para todo el mundo. Punto ¿Qué hay que variar? Pues mira, acabo de estar con un paciente ahora cuya movilidad de tobillo está bastante comprometida y eso es un factor súper importante, en este caso mi recomendación es utilizar algo de drop, pero con forma de pie. Puede haber alguien que por un problema neurológico o alguna malformación tenga que utilizar una plantilla, o una prótesis de cualquier tipo, pero en estos casos también sería innegociable que el calzado tenga forma de pie. Si me hablas de abuelitos… es que son muy mayores. Hay zapatos barefoot con un centímetro de suela amortiguada que les irían perfectos, pero no sé por qué se venden zapatos en las ortopedias con punta estrecha para personas mayores y lo anuncian como calzado sano. ¿Es fácil encontrar este tipo de calzado? La verdad que no, hay alguna marca comercial que puede tener ciertos modelos que apuntan a un diseño barefoot, pero pocos. Existen tiendas físicas especializadas, pero son las menos. Hay muchísima oferta online, con la pega de que si no tienes experiencia comprando este tipo de calzado pues no puedes probarte tallas, anchos y demás. Al final cualquier persona tiene calzado barefoot al alcance de un clic y hay marcas lowcost de buena calidad que para empezar a probar pues pueden ser una muy buena idea. Siempre que se pueda comprar en tienda física española pues mucho mejor por los cambios de talla y la atención que te suelen dar estos establecimientos, tengamos en cuenta que todavía son pocos y normalmente ofrecen este calzado porque conocen sus beneficios así que te asesorarán bien porque son muy cercanos en el trato. Creo que todo el que quiera puede empezar fácilmente y lo recomiendo sin lugar a dudas. Vivimos en una sociedad de extremos, nos gusta pasar de la nada al todo por cuestiones tan simples como que aparezcan mucho en nuestras redes sociales. En cuestiones de salud el principio de Pareto aplica a la perfección: el 80% de los resultados se pueden conseguir con que cambies un 20% de tus hábitos. No se trata de imponer nada, pero hay que contar con toda información para que tu decisión no solo sea libre, sino también consciente. Dale una oportunidad a tus pies y no dejes que pierdan su funcionalidad aprisionándoles en diseños demasiado estrechos o demasiado amortiguados. Tampoco pretendas cambiar lo que ha ocurrido tras muchos años en un mes. Progresión, constancia y paciencia resumirían los consejos que nos ha dado Jesús Serrano aplicando siempre una máxima: entender cómo es la morfología natural y las posibilidades tan grandes que tiene un pie sano.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-07-23 16:59:47
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