Australia ha sido el país de habla inglesa con mayor esperanza de vida durante las últimas tres décadas, y eso a pesar de ser el lugar donde viven algunos de los animales más peligrosos del mundo. Teniendo en cuenta a otros países anglófonos de altos ingresos, los irlandeses fueron los que registraron los mayores aumentos en su longevidad, mientras que los estadounidenses han quedado en el último lugar desde principios de los años noventa del siglo pasado. Son los resultados de una investigación de la Pennsylvania State University (Penn State) financiada por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., que se publica en la revista ‘BMJ Open’. Los investigadores compararon la esperanza de vida en Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda utilizando datos de la Base de Datos de Mortalidad Humana y la Base de Datos de Mortalidad de la Organización Mundial de la Salud entre 1990 y 2019 . Analizaron los datos por sexo, edad y 18 categorías de causas de muerte individuales y completas, incluidos cánceres , muertes relacionadas con drogas y alcohol, armas de fuego y colisiones de vehículos de motor. También examinaron la esperanza de vida dentro de cada país para identificar desigualdades geográficas por región. «Una lección que los estadounidenses podemos aprender sobre la esperanza de vida al observar países comparables es dónde se encuentra la frontera del mejor desempeño. Sí, lo estamos haciendo mal, pero este estudio muestra a qué podemos aspirar. Sabemos que estas ganancias en la esperanza de vida son realmente alcanzables porque otros países grandes ya lo han hecho», apunta Jessica Ho, profesora adjunta de sociología y demografía en Penn State y autora principal del artículo. Los investigadores descubrieron que los australianos tenían la mayor esperanza de vida al nacer durante el período de estudio: las mujeres vivían casi 4 años más y los hombres 5 años más que sus homólogos estadounidenses. Los irlandeses mostraron los mayores aumentos en la esperanza de vida: la de los hombres aumentó aproximadamente 8 años y la de las mujeres, más de 6,5 años. Los estadounidenses tenían la esperanza de vida al nacer más corta : ellas vivían un promedio de casi 81,5 años y ellos un promedio de casi 76,5 años en 2019. Estados Unidos también mostró algunas de las mayores desigualdades geográficas en este sentido en comparación con los demás países. Las mujeres y los hombres de California y Hawái tenían algunas de las mayores esperanzas de vida al nacer , con una media de 83 a 83,9 años para las mujeres y de 77,5 a 78,4 años para los hombres; frente a los estados del sudeste americano, que registraron algunas de las menores esperanzas de vida al nacer de todas las regiones subnacionales estudiadas, con una media de 72,6 a 79,9 años para las mujeres y de 69,3 a 74,4 años para los hombres, según los investigadores. «Uno de los principales factores que explican por qué la longevidad estadounidense es mucho más corta que en otros países de altos ingresos es que nuestros jóvenes mueren a tasas más altas por causas de muerte en gran medida evitables, como sobredosis de drogas , accidentes automovilísticos y homicidios«, señala Ho, quien también es asociada del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de Penn State . En la mediana edad (entre los 45 y los 64 años) algunas de estas causas continúan, como las altas tasas de mortalidad relacionadas con las drogas y el alcohol, explica Ho, y agrega que también tienen tasas más altas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares . «Algunos de estos últimos podrían estar relacionados con el estilo de vida sedentario, las altas tasas de obesidad, la dieta poco saludable, el estrés y los antecedentes de tabaquismo. Es probable que estos patrones de conducta poco saludables pongan a los estadounidenses en desventaja en términos de salud y vitalidad», afirma. En opinión de Ho, Australia ofrece a Estados Unidos un modelo para mejorar su expectativa de vida, ya que ambos son grandes en términos de superficie y tienen una historia comparable de propiedad de vehículos personales. Los dos países tienen algunas similitudes culturales, incluido un mayor uso histórico de armas de fuego. Sin embargo, Australia implementó una serie de políticas en las últimas décadas, incluidas reformas de la ley de armas , que ayudaron a catapultarlos a la cima de la clasificación de longevidad. «Lo que demuestra el estudio es que un país como Australia supera con creces a Estados Unidos y logró controlar la mortalidad de los adultos jóvenes. Tiene niveles realmente bajos de muertes por armas de fuego y homicidios, niveles más bajos de consumo de drogas y alcohol y un mejor desempeño en materia de enfermedades crónicas, lo que apunta a factores relacionados con el estilo de vida, los comportamientos de salud y el desempeño de la atención médica», afirma Ho. En opinión de la autora principal del artículo, políticas como invertir en infraestructura de transporte público, agregar más rotondas y tener menos coches grandes en la carretera podrían reducir las muertes por accidentes de tráfico en EE.UU. También sugiere un mayor apoyo a los programas diseñados para reducir la dependencia de las drogas y las barreras al tratamiento, así como la prevención de la sobredosis podría ayudar a disminuir la mortalidad relacionada con las drogas. «Una fuerte combinación de esfuerzos de salud pública, acceso a la atención médica e intervenciones comunitarias para alentar estilos de vida más saludables y el uso de la medicina preventiva podría reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares«, añade. «Australia es un modelo de cómo los estadounidenses pueden mejorar y lograr no sólo una mayor expectativa de vida sino también una menor desigualdad geográfica en esa expectativa de vida», asegura Ho.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-08-13 23:05:42
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