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La trampa de China para tomar Taiwán sin invadirlo



La República Popular de China ha celebrado su 75 aniversario de forma discreta, mientras para su suerte el mundo mira a otros puntos de la geografía. Sin embargo, su presión sobre Taiwán es continua y ha adoptado distintas formas, desde la creación artificial de islas para aumentar su presencia en el Pacífico a realizar provocativos ejercicios militares violando el espacio aéreo y naval de Taipéi. Y aunque la mayor parte de la atención se ha centrado en hablar, en el peor de los casos, de una invasión de China, el CSIS partiendo de una exhaustiva investigación plantea una alternativa. Un paso mayor del dragón rojo consistente en aplicar una cuarentena sobre la isla rebelde a corto plazo. Sembraría la incertidumbre en la comunidad internacional y conseguiría socavar a la isla de una forma estratégicamente inteligente sin que pueda considerarse un acto de guerra. Porque actuaría en la zona gris. Esta es la fortaleza de esta maniobra. Se define como las actividades realizadas por un Estado que son dañinas para otro Estado, que a veces se consideran actos de guerra, pero no son legalmente así. Tal como lo explica Saúl Martín Renedo de la IEEE, se podría considerar, no como una nueva forma de hacer la guerra, sino como una manifestación malévola de la concepción de la paz . Está entre el arte de gobernar rutinario y la guerra abierta. La opción de la cuarentena parece factible, es una medida flexible y difícil de contrarrestar para sus enemigos por su ambigüedad. El CSIS habla de una creciente plausibilidad de esta opción y traza dos posibles escenarios. Este acto supone controlar el tráfico marítimo o aéreo dentro de una zona específica, pero China no aislaría completamente a Taiwán. Pero Pekín se convertiría en el peaje necesario por el que pasar para el tráfico que entre o salga de la isla. Consiguiendo un doble efecto, según el CSIS, que los países y las empresas den su brazo a torcer y cumplan sus condiciones, al tiempo que fortalecería su soberanía. Una afirmación que no es gratuita, dado que una encuesta de China Power Project reveló que para expertos de Estados Unidos y Taiwán, sólo e l 13% de los estadounidenses encuestados y el 9% de los taiwaneses estaban completamente seguros de que EE.UU. intervendría militarmente para defender a Taiwán de una cuarentena. Además, recordemos que China ha superado a Estados Unidos con una capacidad de producción naval que es ya 232 veces mayor . La Guardia Costera de China (CCG) es famosa por hacer ‘bullying’ a los países más pequeños de su entorno, tal como ha explicado Fernando Cortiñas, profesor de IE Business School, a ABC. Y sería ésta la punta de lanza y la encargada de patrullar e interceptar a los buques que no cumplan con la cuarentena. La artimaña se basaría en cómo se conciben estas guardias costeras en otros países, ya que normalmente son actores civiles, sin embargo en China la CCG puede llevar a cabo operaciones militares en tiempos de paz. Pekín podría aprovechar esta percepción para implementar una cuarentena argumentando que sus acciones no constituyen ni un bloqueo militar ni una declaración de guerra contra Taiwán. La Administración de Seguridad Marítima (MSA) de China, también sería de apoyo. «En primer lugar, el ejército chino puede desplegar fuerzas navales, aéreas, de misiles, cibernéticas y de otro tipo para intimidar a Taiwán, disuadir la intervención extranjera y proporcionar inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) », afirma CSIS. En segundo lugar, la milicia marítima china podría llenar los vacíos en materia de ISR complicando la labor de la guardia costera taiwanesa que palidece en comparación. Sería como una lucha entre David y Goliat, pero cambiando el final. Y si Taiwán respondiera con firmeza u otros países intervinieran, China aumentaría sus despliegues como contramedida y podría adaptarse según el efecto deseado. En este caso, Pekín se centraría en un puerto principal . Port of Kaohsiung sería el más adecuado porque por él entra el 57% del comercio taiwanés. China convocaría todas sus fuerzas para violar las aguas restringidas de Taiwán-que no reconoce- y aplicar «normas de inspección aduanera reforzadas» que le permitirían multar a los barcos, interrogar al personal o desalojarlo. De hecho, a lo largo de los años, China ha sentado las bases jurídicas para permitir esas operaciones. En 2021, China aprobó la Ley de la Guardia Costera de China, que le permite participar en operaciones de aplicación de la ley en «zonas marítimas bajo jurisdicción china», pero sin definir cuáles son esas zonas. Este aislamiento selectivo que no interrumpe el tráfico marítimo del estrecho en su conjunto tiene sus ventajas. «Porque EE.UU. y otros países, sobre la base del derecho internacional, considerarían un cierre completo del estrecho de Taiwán como un bloqueo de una vía fluvial internacional que es «absolutamente esencial para el comercio y la prosperidad globales», afirma CSIS. Esto sí sería un desafío directo a las libertades de navegación . En 48 horas , el CSIS calcula que se haría efectiva la cuarentena. Y rodearía a Taiwán en una semana mediante un despliegue sin precedentes de China con 30 buques de guerra. Al tiempo que el Ejército Popular de Liberación usaría aeronaves tripuladas y no tripuladas para monitorizar el tráfico. Y Pekín no necesita un cumplimiento pleno de sus normas aduaneras, con conseguir que un 75% de las compañías navieras cediera sería ya un éxito. Este escenario es una versión a gran escala del primero con tres docenas de buques de patrulla policial repartidos por distintos puertos. Asistidos por 40 naves de la milicia marítima para llenar los huecos dejados. Esta vez, China complementa su operación naval posicionando portaaviones y cazas J-15 al este de Taiwán, repitiendo maniobras que el EPL hizo en los últimos años. En este escenario, China es mucho más activa en términos de abordaje y registro de buques. Confisca los barcos de los países que aún mantienen relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán. Mientras estrangula a la diplomacia y a la isla que importa el 97% de su energía y el 70% de sus alimentos. Pero el ‘think tank’ aclara que incluso si se implementa con éxito esta operación, hay límites a lo que se puede lograr con una cuarentena. «Si el objetivo de Pekín es infligir suficiente dolor para obligar a Taiwán a rendirse de pleno, China tendría que salir de la zona gris y pasar a una acción militar abierta con un bloqueo », sentencia.



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Author : (abc)

Publish date : 2024-10-06 02:31:48

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