Javier Milei habrá tenido ocasión de reflexionar sobre el riesgo de que su personalidad acabe convirtiéndolo en personaje y de que el ansia de ser permanentemente disruptivo y novedoso le lleve a la temeridad. El presidente argentino también habrá podido medir el alcance de las redes sociales en las que tanto se vuelca para dar rienda suelta a sus mensajes de trazo grueso. Un par de malos mensajes en la red X echan tierra encima de la mejor de las reputaciones, como demuestra la experiencia. Milei quiso ser mucho Milei y animó en X a invertir en una empresa de criptomonedas. El resultado ha sido la desaparición de miles de millones de dólares de inversores que fueron atraídos por la palabra de quien, antes que político, se presenta como un purificador del viejo sistema. Milei combina excesos y aciertos en su forma de gobernar, con méritos llamativos en el escenario de un país que estaba inmerso en una crisis sistemática. No tiene necesidad de sentirse obligado en todo momento a ser extravagante, menos aún si el coste son los ahorros de miles y miles de inversores.
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Author : (abc)
Publish date : 2025-02-19 01:31:00
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