Cerca de las nueve de la noche apareció Gordito, con sus hondas hechuras, con ese son de esperanza. Pronto lo vio Pablo Aguado y aprovechó su turno de quites. Tres verónicas como tres soles, con una tercera que conectaba la Malagueta con la Maestranza, donde moría esa media que pedía más pinceles que escritura. De oooole. A cámara superlenta. Fue la cima artística de una tarde en la que Fortes cortó una oreja y a Diego Urdiales se la negaron. Solo el malagueño, el torero del compromiso y la ética, de la entrega sin límites, tocaría pelo en ese quinto que corroboró el refrán de que ‘no lo hay malo’. Apuntó su boyantía en las verónicas del saludo de Saúl,… Ver Más
Source link : https://www.abc.es/cultura/toros/dfdsfd-20250818170023-nt.html
Author : (abc)
Publish date : 2025-08-18 22:22:00
Copyright for syndicated content belongs to the linked Source.