Valencia en muchas ocasiones ha sido sede regia a lo largo de los siglos, o incluso ha disfrutado de la visita de reyes foráneos. Hace 100 años tuvimos la visita, forzada para él, de uno de los principales reyes europeos del inicio de la edad moderna, el rey francés Francisco I , y esta es, parte de la historia de la real visita. Primero, habrá que contar la historia del porqué el rey francés tuvo que venir a Valencia. Estamos a comienzos del siglo XVI donde una potencia europea, Francia (y no era la única) quería oponerse a lo que parecía, y era inevitable, la hegemonía de la monarquía católica hispana, que se había unido a la dinastía Augsburgo-Borgoña para liderar el Sacro Imperio Romano Germánico. Nuestros vecinos galos maniobraron de todas las maneras posibles, pactos con terceras potencias, alianzas con los Estados Pontificios en la lucha por los territorios italianos, e incluso pactaron con el diablo de la época , los musulmanes del imperio Otomano, que entre otras actividades desarrollaron la piratería en el Mediterráneo. El reino de Valencia fue uno de los grandes sufridores de sus ataques a nuestras costas, donde aún quedan multitud de torres, así como la expresión de «no hay moros en la costa», siendo, además, uno de los factores fundamentales de la Germanía iniciada en 1519. Justamente en aquel momento el 28 de junio de 1519, el ya rey de España Carlos I , es elegido emperador, y a partir de ese instante se produce una escalada bélica entre Francia y España que termina con la invasión del norte de Italia por parte de los franceses en octubre de 1524, con su rey al frente ocupando, entre otras, la ciudad de Milán. La siguiente pieza que los franceses pretendían «comerse» en su ofensiva era la ciudad de Pavía , donde poco más de seis mil soldados españoles se refugiaban, dirigidos por el Marqués y General Antonio de Leyva, por lo que los ejércitos galos le pusieron asedio a finales de octubre de 1524, pensando que iba a rendirse rápido. Pero Leyva, experimentado militar de la guerra de Granada, se lo va a poner muy difícil, de tal forma que logra resistir hasta la llegada de refuerzos, y alzarse con la victoria en la llamada batalla de Pavía del 24 de febrero de 1525, hace ya 500 años… A consecuencia de esta victoria, en donde se evidenció la revolución militar que imponía España en ese momento. No solo logró que los franceses desalojasen el norte de Italia, sino que, además, Don Juan de Urbieta, Don Alonso Pita da Veiga y Don Diego Dávila, capturaron al rey francés Francisco I, en un lance de la batalla; posteriormente se le embarcó para poner rumbo a la península, en una poderosa escuadra de veinticinco buques, armados, avituallados y engalanados, como cuentan las crónicas, de los cuales seis eran franceses, aunque también habían de Nápoles, Sicilia y Génova, además, por supuesto de embarcaciones españolas. Tras una pequeña escala en Tarragona, y por diversos problemas internos en la localidad, se decidió trasladar al rey francés a Valencia, donde arribó un 28 de junio de 1525 , para a continuación llevarlo a Madrid, tras una estancia que les voy a narrar, en la ciudad del Turia. En el Cap i Casal provocó la curiosidad en la población que se trasladó desde la ciudad hasta Vila Nova del Grao y el puerto, que en aquella época era toda una excursión, siendo el cronista Gaspar de Escolano testigo privilegiado de todos aquellos acontecimientos. La primera noche su Majestad el rey de Francia pernoctó en su embarcación; al día siguiente, el 29 de junio, fue cumplimentado por Don Jerónimo de Cabanillas gobernador, los «Caballers Jurats», y resto de autoridades de la ciudad, primero en las atarazanas, para después, por la tarde a partir de las 5, cuentan las crónicas, trasladarse a la capital y seguir con las visitas protocolarias. Aquí algunas crónicas, no es extraño, difieren en el relato. Algunas cuentan, que se alojó brevemente en el Palacio del Conde de Casa Valencia, del que tristemente ya no queda nada, y que estaba situado al lado de la Iglesia de los Santos Juanes, otros afirman que fue en el Palacio Real, todo lo dicho parece que al día siguiente, el 30, visitó a la Virreina de Valencia Germana de Foix, reina viuda de Fernando el Católico, que estaba cuidando a su agónico marido, Don Juan de Brandeburgo-Ansbach, que fallecería a la semana siguiente, primera de julio. Pero al día siguiente, seguramente por motivos de seguridad, unidos a otros, como los de tener un mayor entorno de esparcimiento, o ser de la propiedad del propio gobernador, Francisco I fue trasladado al característico castillo de Benisanó , lo que realmente es un potente palacio fortificado (y que identifica claramente el municipio) según el experto en Castellología y Poliorcética Miguel Aparici, donde permaneció más de dos semanas, casi 20 días. Y no fue al castillo de Játiva, como cuentan algunas crónicas, prisión de grandes señores, como el duque de Calabria, Fernando de Aragón, futuro, por cierto, marido de la virreina (se casarían al año siguiente en 1526). Una de las muchas anécdotas de su histórica visita a Valencia, es la alabanza que hace a nuestra épica juventud de aquellos tiempos, pues al verlos desde bien jóvenes armados exclamó el rey francés «dichosa España que engendras los hijos armados» ; también parece ser que Francisco I quedó prendado por las dos hijas de su anfitrión, Don Jerónimo Cabanillas. Existen muchas más anécdotas, como el reparto de la cubertería de plata cuando partió el rey entre la población, o la sorpresa del francés de la forma de hablar muy, muy alto entre los moriscos, etcétera, etcétera, etcétera. Todo un acontecimiento histórico en un siglo muy convulso para nuestro Regne, y que finalmente terminará con las dobles bodas de Felipe III con Margarita de Austria y de su hermano Alberto de Austria con Isabel Clara Eugenia de Austria, hermanastra de Felipe III, el 18 de abril en 1599 en la Catedral Basílica Metropolitana de Santa María de Valencia. Pero esa es otra historia. Para ver esta historia sobre la batalla de Pavía y su contexto histórico, con maquetas, armamento, cuadros y paneles, uniformes de época etcétera, se puede visitar el Museo Histórico Militar de Valencia dirigido por el Coronel Germán Caraballo, donde hay una magnífica exposición al respecto hasta el 28 de febrero, comisariada por Javier Planells. Ya conocen el dicho, de época posterior, sobre el rey de Francia, de ‘París bien vale una misa’, y seguro que alguna celebró el rey francés en Valencia por anticipado.
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Author : (abc)
Publish date : 2025-11-26 16:20:00
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