Nos dejaron aquellos 15 gigavatios mangados de manera «súbita» de la red eléctrica peninsular con la misma perplejidad que la espantada de los toros de La Quinta. Aunque fue más convincente, dónde va a parar, la explicación del tecnócrata Sánchez que las ofrecidas por los Valencia tras el durísimo comunicado de la familia Martínez-Conradi. «Llevo sentando en esta mesa 25 años y nunca hemos faltado a la palabra a nadie», nos dijo el empresario en aquella bélica rueda de prensa, como si así nos fuésemos a quedar más tranquilos los indulgentes periodistas. Tampoco es que encontráramos explicación a la elección