Cierto es que, ante el único cartel realmente rematado de toda la feria de Sevilla: Morante, Ortega y Aguado, uno suele caer en aquello de corrida de expectación corrida de... Pero afortunadamente no fue el caso, y no porque la corrida de Domingo Hernández diera facilidades precisamente; descastada, sin fondo y sin raza. Eso sí, hubo dos toros que se dejaron con unas embestidas tan nobles como contadas con las dos manos, las justas para que Morante pudiera reinventar el toreo. Y no es que José Antonio inventara nada nuevo, lo de inventar fue cosa de los que llegaron primero,