Las 'Sonatas y Partitas para violín solo' de Bach representan el sueño de todo gran violinista que se precie; sin embargo, a la vez personifica una enorme pesadilla para la mayoría de ellos, al aunar las enormes dificultades técnicas que plantea con el significado último de cada planteamiento. Hablamos de un Bach de unos 35 años, con un genio creativo expansivo y que, aunque su fama habitualmente se relaciona con el clave y el órgano, el violín fue el instrumento que tocó durante toda su vida y que conocía hasta sus últimas posibilidades, como muestran las obras presentadas. Además, suponen