Pasaba el tiempo y Eva tenía cada vez más claro que quería cumplir su sueño de ser madre, aunque fuera «en solitario». Le costó, pero lo consiguió. En abril de 2020, en plena pandemia, nació su hijo. Un alumbramiento que coincidió en el tiempo con el del bebé de una de sus compañeras en el colegio en el que trabaja. «Primeriza y sola en esos momentos...», recuerda al echar la vista atrás. Comenzaban entonces a aumentar los permisos de paternidad de «forma progresiva». En poco tiempo se pasó de que el segundo progenitor tuviera quince días a las doce y