La Semana Santa de Sevilla cuenta con tallas tan redondas y con tal unción sagrada que todo lo demás queda ya no en un segundo plano, sino en el tercero o el cuarto. Le ocurre al Cristo de la Buena Muerte de los Estudiantes , colosal obra de Juan de Mesa tan cautivadora que aún sale a la calle ―por poco tiempo, eso sí― en un modestísimo paso que se suponía provisional y que ha durado un siglo. Tradicionalmente en riguroso silencio, el crucificado de la ya centenaria corporación universitaria ha procesionado con música sólo en cuatro ocasiones . La