Ahora se descubre que una asesora de Moncloa (una más del séquito de once mil vírgenes y donceles que proveen de «relatos» al doctor Sánchez) mandaba correos electrónicos reclamando a empresarios la renovación del patrocinio al máster dirigido por la catedrática Begoñísima. Y les ofrecía golosamente el panal de rica miel del erario público: «Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis». La catedrática Begoñísima, Dulcinea del Régimen del 78, choni de nuestras entretelas, empleaba para sus negocios a personal contratado por el Estado que, sin rebozo alguno, formulaba requerimientos y ofrecía golosinas desde Moncloa. La catedrática presionaba desde