Los trayectos por carretera hacia las playas andaluzas vuelven a ser otro año más un auténtico infierno para los conductores, que sufren retenciones kilométricas casi en cualquier momento del día y horas de demora para llegar al destino. La falta de capacidad de las infraestructuras es cada verano más evidente con una afluencia de veraneantes que va en aumento y el retraso de los proyectos, algunos comprometidos hace más de dos décadas. A ello se ha sumado decisiones como la esperada liberación del peaje de la autopista Sevilla-Cádiz sin haber construido los cambios de sentido ni las nuevas incorporaciones, lo