Eran demasiados años de espera. Primero llegó el aplastante dominio de Usain Bolt que encadenó tres Juegos Olímpicos abrumadores para
Abrasaba la piedra como un caldero con ascuas muy vivas. Ni una brizna de aire y los abanicos en modo máxima potencia. Era el primer festejo de agosto, ese mes en el que, ya lo