El sueño de los hermanos del Baratillo ya se ha cumplido. La Virgen de la Piedad ha sido coronada canónicamente este sábado 14 de septiembre en la Santa Iglesia Catedral. A las 11:09 horas, el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, impuso la nueva diadema de oro sobre las sienes de la dolorosa del barrio del Arenal para regocijo de todos sus devotos y para mayor gloria de la Sevilla cofradiera. Si el 14 de septiembre es un día señalado en el calendario católico al celebrarse la festividad de la Exaltación de la Cruz, titular de la hermandad del Baratillo, cuyos orígenes se remontan al culto a una cruz de forja en el siglo XVII, el de 2024 quedará grabado con letras de oro en la historia de la corporación torera. Esta, además, se ha convertido este sábado en la única hermandad sevillana ―y segunda de toda Andalucía, tras la Archicofradía de la Palma de Cádiz― en tener dos imágenes titulares coronadas canónicamente. Mientras que la Virgen de la Caridad recibió tal distinción en 2009 tras la elevación de rango de una coronación litúrgica efectuada en 1960, la de la Piedad se ha celebrado con todos los fastos posibles entre la parroquia del Sagrario y la Catedral de Sevilla. La imagen que tallara José Manuel Rodríguez Fernández-Andes en 1945 se encontraba despojada de diadema en el altar del Jubileo sosteniendo en sus brazos al Cristo de la Misericordia con la cruz y el sudario a sus espaldas. Para la ocasión, la Virgen lucía el espléndido manto azul bordado en oro en el taller de Jesús Rosado bajo diseño de Javier Sánchez de los Reyes donado por Rosario Santamaría con motivo de la coronación, así como una saya a juego estrenada también con motivo de la coronación. Puntual como un reloj, a las 10:30 horas comenzaba la ceremonia con el traslado en andas de la diadema portada por ilustres hermanos baratilleros hasta el altar del Jubileo. Tras él, monseñor Saiz Meneses, que dio comienzo a la misa estacional con la solemnidad que un gran acontecimiento como este merece. Al mismo asistieron autoridades entre las que se encontraba el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, así como representantes de otros grupos políticos del Ayuntamiento; los consejeros de Turismo e Industria de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal y Jorge Paradela; el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández; autoridades militares o el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro. «Una corona para la madre que tanto amamos; la coronamos con una joya material, una preciosa diadema elaborada con las aportaciones de muchos hermanos, devotos y hermandades», el arzobispo durante la homilía, que destacó el honor inmerecido que tuvo de cincelar brevemente dicha pieza de orfebrería, así como las obras sociales y de caridad efectuadas con motivo de la coronación canónica. De la misma manera que se impone una pequeña corona a las tallas del Niño Jesús que llevan las imágenes marianas de gloria que son coronadas, en este caso la portentosa efigie de Cristo muerto de Luis Ortega Bru recibió el reconocimiento que marca la liturgia en los instantes previos a la coronación de la Piedad con la colocación por parte del arzobispo de la corona de espinas a los pies del Señor . La Virgen Niña del Arenal es la vigesimoséptima dolorosa de la capital hispalense que se corona, distinción que llega cinco años después de la que hasta entonces cerraba la lista, la de la Virgen de los Ángeles de los Negritos, coronada en junio de 2019. El prelado hispalense aseveró que «la coronación canónica ha de ser un momento de gracia , de salvación». De gracia se llenaron las naves del primer templo de la archidiócesis tras el canto del salve regina mientras repicaban las campanas en una radiante mañana de verano que, en sus últimos estertores, ha querido regalar a los cofrades de la calle Adriano unos momentos que nunca olvidarán. En tan gozosos instantes, la mirada melancólica de la Virgen de la Piedad se tornó menos trágica y aún más dulce, y la muerte de su hijo verdaderamente parecía haber mutado en el sueño del Niño Jesús arropado por su madre durante los días de Belén, tal y como entendió San Bernardino de Siena el misterio de la Piedad , misma idea que David Hurtado ha empleado para componer la marcha de la coronación, ‘Nanas del Baratillo’. Después de tan dichoso acontecimiento, en adelante será difícil contemplar al conjunto escultórico de otra manera. Por delante queda una tarde noche mágica en la que la soberbia conjunción del dolor contenido de la dulcísima Virgen de la Piedad y la dureza de la muerte del Cristo de la Misericordia recorrerá las calles de Sevilla en procesión triunfal . Una procesión de regreso que contará con presentaciones en el Ayuntamiento y a las corporaciones con las que el Baratillo tiene carta de hermandad, lo que llevará a sus hermanos a visitar Triana con su paso de misterio. La alegría por la coronación de la Piedad desbordará Sevilla cruzando el Guadalquivir antes de poner fin a una jornada histórica.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-14 09:24:41
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