Hizbulá encargó a la empresa taiwanesa Gold Apollo unos 3.000 aparatos que fueron manipulados por Israel antes de llegar al
¡Qué difícil debe de ser no rendirse y cuánta afición hay que tener! Pasarse toda, o casi, la temporada en blanco, entrenando y entrenando, pero sin ver un pitón, a la espera de que llegue