Concierto de apertura del curso académico 2024/25. Universidad de Sevilla Nuevamente la Orquesta Barroca de Sevilla ha sido elegida para dar comienzo oficialmente al curso académico de la Universidad de Sevilla . Y además de la acertada elección, ampliamos esta al elegir el Turina para que esto suceda, dada la excelente acústica que la sala presenta. Por otro lado, se presentaba la OBS a 1, casi diríamos como un quinteto de cuerdas acompañado por el clave/órgano de Alejandro Casal. Personalmente preferimos esta desnudez instrumental, frente a la orquesta al completo: puede que reste solemnidad al acto, pero nos deja una sensación de pureza musical, una reducción a la parte, que produce una impresión inesperada frente a la idea de la formación al completo. Sería una audición camerística, y por lo tanto más penetrante: la síntesis conduce a la intensificación sonora, sin distracciones ni deleites añadidos. Claro que para esto necesitamos músicos de primer nivel, porque si cada uno hace una parte, con que se equivoque ligeramente no habrá dónde cobijarse. Pero es el morbo de trabajar sin red. La ‘Sonata Op. 5 No. 4’ en Sol mayor para cuerdas y continuo, HWV 399 de Haendel producía ese primer impacto. Publicada en Londres, recoge la herencia de Corelli , y está compuesta por retazos de obras anteriores y deambula, como casi todas las piezas de la colección, entre la ‘sonata de iglesia’ y la de ‘cámara’, aunque quizá prime más esta última; de ahí que Casal utilizase tanto el órgano como el clave para apoyar lo que creía más cercano a la naturaleza de cada movimiento. Verdaderamente esta entrada era un aldabonazo sonoro, por su precisión, colorido, belleza y virtuosismo de los músicos. Inmediatamente pudimos admirar ya la belleza y magnífica técnica vocal de Aurora Peña . Ya como director de la Royal Academy, Haendel compone la ópera ‘Giulio Cesare in Egitto’ , de la que se nos ofrecía este aria ‘ Da tempeste il legno infranto ‘ , que resumía la satisfacción de Cleopatra que temía por la vida de César. Es de gran vitalidad, sobresalen notas agudas, coloraturas en las que ya se advierte la limpieza con que encadena las notas, fortaleza en la plenitud de los agudos o trémolos, y aunque tiene su mérito salir con una pieza tan brava, todavía se reservaba para arias más arriesgadas. ‘Ah mio core’ es la primera aria de ‘Alcina’ , pero a la que se premia con este número largo, como corresponde a su importancia y la gran expectación causada por su espera. En la primera parte de las misma mostró su gran lirismo , su fuerza expresiva , capaz de sobreponerse al consort incluso en los fortísimos, y que con el vaivén regular de la cuerda ella impone un canto de notas largas y majestuosas. En esta ocasión la sección central es la más movida, correspondiendo a las acusaciones de traidor, la cólera de la protagonista se ve subrayada por un rápido motivo de violín al estilo de los que comentan los aires de furia. Se sustituyó lo previsto de Vivaldi por una representación española, primero con la ‘Sonata Op.1 nº1’ en Re menor para dos violines y continuo de Francisco José de Castro , en la que sobresalieron violonchelo, contrabajo y clave, resultando una obra ciertamente deliciosa, con ciertos momentos danzables, como el que cerraba inopinadamente la obra (Minué). José de Nebra es mucho más conocido, y aquí se nos ofreció ‘Gozaba el pecho mío’ , en la que sobresalieron los pasajes cantables con los ‘rabiosos’, en un planteamiento parecido al aria de Alcina, pero mucho más extremo, lo que llevó a exigir de la voz y los instrumentos súbitos cambios de ánimo. En los más lentos pudimos disfrutar de la claridad de dicción de la cantante, al igual que agradecimos los sobretítulos en los más rápidos, aunque estuvieran en español. Entre las notas/grito (como actitud) destacamos un agudo que excedía lo habitual (Do#). A veces nos da la impresión de que lo que reclamaba a su violín Vivaldi, luego se lo requería a las voces. En ‘Alma Opressa’ ( ‘La fida ninfa’ ) las exigencias ya son máximas, y aquí Peña tuvo que recurrir a toda su técnica para trazar dibujos perfectos en la articulación de sus coloraturas unido a un ‘fiato’ que le permitiese sostenerlas sin coger aire el mayor tiempo posible. De igual manera, esta tremenda ‘aria di bravura’ requería ese nervio, ese sobresfuerzo, tanto como atacar directamente notas muy agudas (Sib) y mantenerlas con la energía de una antorcha olímpica. Delicioso el ‘Adagio sostenuto’ de la ‘Sinfonia da camera à 3, op.2 nº3 en Sol menor de Porpora . Unas sedosas cuerdas desplegaban un manto de serenidad antes de que la soprano abordase un icono del repertorio de contratenores por excelencia, el ‘Son qual nave ch’agitata’ de Riccardo Broschi , algo que parecía sólo a la altura de un Farinelli y que hoy podemos oírlo en una voz que aúna una técnica extraordinaria con un gusto, unas capacidades y un instrumento vocal excepcionales. Aunque se ha dejando entrever en este comentario, no quisiéramos dejar pasar la labor de Ignacio Ramal , tanto en su faceta de violinista como director; en lo primero con un sonido limpio, cálido y seguro y en lo segundo desarrollando un trabajo enorme para encajar perfectamente a los solistas de la OBS en todas y cada una de las piezas. No sabemos si ha sido de él la idea de colocar a los músicos en forma de semicírculo, incluyendo -de forma tangencial- el clave de Alejandro Casal, que se ha oído como nunca en grupo. En fin, felicidades a todos.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-10-19 00:11:32
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Brillante estreno de curso
