En esta ocasión me traslado a Triana, a la calle López de Gómara donde tenemos uno de los restaurantes con la trayectoria más dilatada de la ciudad, Jaylu. El establecimiento que dirige Enrique Caballero desde 1977, empezó siendo un bar de barrio tradicional en el cual se servían guisos y tapas para con el tiempo evolucionar a lo que es hoy en día, uno de los mejores restaurantes de producto de Sevilla la ciudad. Con un corte totalmente clásico, parece que nos transportamos a una marisquería de finales del siglo XX , tarima de madera, mesas vestidas con doble mantel y camareros de traje. Nuestra comida comienza en su barra, en la que encontramos al incansable Enrique terminando platos sin parar. Un ritmo que se frena cuando alguien pide un plato de jamón, segundos que se toma el hostelero para mimar la pata de una selección de los mejores 5J que curan exclusivamente para el restaurante. En esta pequeña antesala disfruté de su salpicón de langostinos, que hacen con una ligera mahonesa y sirvió de aperitivo perfecto. Ya sentados en el comedor, en esta época donde los equipos son tan cambiantes, tener un servicio experimentado se recibe como agua de mayo. Por supuesto, lo primero que pedimos fue un plato de jamón, había que degustar el que es para mí el mejor de la ciudad. Seguimos con el festival de materia prima con la centolla con un fino salmorejo , fantásticamente emulsionado y que se ve potenciado por el crustáceo para hacer de este un plato sobresaliente. La fritura es otra de las especialidades de la casa, en este caso unos boquerones con suave toque de limón . El rebozado es una fina capa que protege el pescado y que retiene la mínima cantidad de aceite, espectacular. Las albondiguitas de choco con una salsa de su tinta quizás fue el plato menos brillante de la comida. Para el final le dispusimos al maitre que nos eligiese un pescado azul, y nos trajo tres filetes de pez espada a la plancha , de notable calidad y punto perfecto. En este caso el postre lo firmó un fino milhojas con helado de turrón , un gran clásico de las marisquerías y con el que me encanta poner broche a una gran comida como esta. Es un lujo tener a Jaylu en la capital hispalense, y como todo lujo hay que pagar su alto coste, excesivo incluso, pero cuando uno lo disfruta se da cuenta del alto valor que lleva asociado. Una de las mejores materias primas de la ciudad, una cocina notable y una sala perfectamente llevada hace que al final esta casa sea uno de los mejores restaurantes hispalenses. mjb,v
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Author : (abc)
Publish date : 2024-11-04 11:11:33
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Jaylu: «El templo del producto»
