Suena el despertador, intentas abrir los ojos mientras te estiras y piensas en lo genial que sería poder quedarte durmiendo. Pero sabes qué no puedes. ¿Cuál es tu siguiente pensamiento? Exacto, hacer café. Se trata de una de las bebidas más consumidas en el mundo gracias a su capacidad para estimular, despertar y mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, excederse en su consumo puede tener consecuencias negativas en el cuerpo. El principal componente activo del café, la cafeína, actúa bloqueando los receptores de adenosina , lo que mantiene al cuerpo en un estado de mayor alerta. La adenosina es un compuesto químico natural que desempeña funciones cruciales en el cuerpo humano. Es una molécula derivada de la adenina (una base nitrogenada presente en el ADN y el ARN) y el azúcar ribosa. Se encuentra en todas las células del cuerpo y tiene un papel esencial en numerosos procesos biológicos. La adenosina actúa como un regulador natural del sueño. A medida que pasa el día, sus niveles aumentan en el cerebro, lo que induce una sensación de cansancio y prepara al cuerpo para dormir. Por la noche, estos niveles disminuyen, ayudando a restablecer los ciclos de vigilia. El café, precisamente, nos ayuda a revertir su trabajo. Sin embargo, un exceso en el consumo de cafeína puede causar síntomas como ansiedad, irritabilidad, insomnio , náuseas, dolores de cabeza e incluso palpitaciones cardíacas. Además, en personas sensibles o con predisposición genética, una ingesta alta puede agravar problemas como presión arterial alta, migrañas o alteraciones del sueño. La acumulación de cafeína también puede interferir con el sueño profundo , fundamental para la recuperación física y mental. En casos extremos, como el consumo de dosis muy altas provenientes de bebidas energéticas o suplementos, se han documentado efectos más graves, como arritmias cardíacas y convulsiones. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda que los adultos sanos no consuman más de 400 mg de cafeína al día, equivalentes a unas cuatro tazas de café estándar. Sin embargo, este límite puede variar según el tipo de café , ya que su contenido en ca feína depende del grano, el método de preparación y el tamaño de la porción. Para mujeres embarazadas, la recomendación es reducir la ingesta a un máximo de 200 mg diarios para evitar posibles riesgos como bajo peso al nacer o complicaciones en el desarrollo del feto. El consumo moderado de café, entre 2 y 3 tazas diarias , se asocia con beneficios como una mejor función cognitiva, menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas y un rendimiento físico mejorado. Sin embargo, es importante conocer los límites personales, ya que algunas personas metabolizan la cafeína más lentamente debido a su genética, lo que amplifica sus efectos. Aunque el café puede ser un gran aliado para la salud si se consume de forma adecuada, sobrepasar los límites puede traer problemas significativos . Conocer tus tolerancias y respetar las recomendaciones es clave para disfrutar de sus beneficios sin riesgos.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-12-09 04:50:00
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