Los obreros que ejecutan las obras de reforma del edificio de la Delegación del Gobierno en Toledo se encontraban ayer en lo alto del inmueble, derribando la cubierta. Los trabajos forman parte del vaciado del edificio del que sólo se mantendrá la fachada. Las obras continúan a la espera de la instalación de la grúa de esos «andamios colgantes» de los que se habló en su día y de los que nunca más se supo y que obligarían a trasladar la cabecera de las líneas de autobuses desde su ubicación actual en la plaza de Zocodover. A finales de enero de este año, técnicos del Ayuntamiento de Toledo y de la Delegación del Gobierno iban a celebrar una reunión para intentar desbloquear el proyecto de las obras de su sede gubernamental en la plaza de Zocodover, cuyos trabajos afectarían durante dos años a la movilidad en la ciudad, lo que ha provocado quejas vecinales. Desde el Ayuntamiento se confiaba en alcanzar pronto un acuerdo técnico entre la dos instituciones, mientras las obras han continuado en las últimas semanas en el interior del edificio. La polémica en torno a estas obras llegó al punto de estudiar la posibilidad judicial de suspender temporalmente la reforma, pero más tarde las aguas se calmaron y se planteó una solución, que pasaría por la instalación de andamios colgantes, para permitir la llegada de autobuses urbanos a la plaza de Zocodover y evitar las molestias a los ciudadanos. Desde el equipo de Gobierno del alcalde Carlos Velázquez se cuestionó en su día los problemas estructurales del edificio, al que calificó como el ‘Palacio de Tolón’, y se preguntó por qué no comenzaron las obras en 2021, como estaba previsto, «si son tan urgentes».
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Author : (abc)
Publish date : 2025-04-09 23:09:00
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