La Semana Santa de 2025 no será tan aciaga como la del pasado año pero amenaza con tenernos pendientes del cielo cada jornada. Todo depende de esa delgada línea meteorológica que despierta la incertidumbre y que en cuestión de segundos es capaz de pasar de la desazón al gozo y viceversa. Ocurrió el Viernes de Dolores, con un arranque de plenitud de las Vísperas que disipó los malos augurios del tiempo y volvió a repetirse ayer, Sábado de Pasión, con una tarde esplendorosa que dejó atrás los miedos con los que despertó la mañana. Un mediodía de nubes plomizas que hacían presagiar que las lluvias nos dejarían a medias y que finalmente no fueron más que una leve amenaza que acabó despejándose con esa valentía con la que las cinco hermandades y las cuatro agrupaciones parroquiales lograron hacer al completo sus estaciones de penitencia. Eso sí, con algún susto pasajero. La primera en tomar la decisión fue la hermandad de Padre Pío . A las 15.10 horas, cuando estaba prevista su salida, la junta de gobierno pedía una hora de prórroga al Consejo a la vista de los controvertidos partes del tiempo que manejaban. Justo en ese momento empezaba a llover con relativa fuerza en la ciudad y la incertidumbre se apoderaba del Sábado de Pasión. El amplio número de niños en su cortejo y el estreno de la primera fase del nuevo paso del Señor de la Salud y Clemencia condicionaban la decisión. También la llegada a la parroquia del Cerro para hacer la estación de penitencia, pues era necesario ajustarse a los horarios de misa del templo. Pero las dudas desaparecieron a las cuatro de la tarde , cuando se abrieron las puertas de la iglesia del Buen Pastor para dejar paso a sus primeros nazarenos. Era la mejor noticia de una tarde en la que a pesar del retraso fue posible que la Virgen de la Divina Gracia mirara frente a frente a la de los Dolores , ya en su paso de palio. Un momento de emoción, de las primeras bullas, y que vivió en primer persona el arzobispo de Sevilla , José Ángel Saiz Meneses. Cuando Padre Pío cambio el sino de la jornada, el Sábado de Pasión parecía encaminado hacia su triunfo definitivo, pero en la Milagrosa templaron los tiempos al aplazar su salida después de que el cielo se volviera gris. En su caso, media hora de prórroga para que la junta de gobierno tuviera hasta las cinco para tomar una decisión. Sin embargo, el exceso de cautela en Ciudad Jardín contrastaba con el paso al frente en Torreblanca y San José Obrero , que se echaron a la calle a la hora prevista. El Señor de la Esperanza y la Virgen del Rosario aguardaban en el templo a que se abrieran las puertas. Era una de esas tardes complicadas, en las que las ganas pedían valentía y la cabeza más de prudencia. Al fin, y con una hora de retraso, la cofradía se puso en la calle para satisfacción de sus hermanos (que aplaudieron al conocer la noticia en el colegio Beatriz de Suabia) y de un Javier de Martos, su hermano mayor, que se despedía este año de la vara dorada. Por él fue la primera levantá del palio, dándole gracias por haberse dejado la piel por ese sueño que ha encabezado y que ha hecho de la Milagrosa una cofradía que nada tiene que envidiar al resto de la Semana Santa. Con todas las hermandades de la jornada ya en la calle, se produjo el gran estreno del Sábado de Pasión en Alcosa . El Señor del Divino Perdón ofrecía una estampa inédita a su salida de la iglesia. Un nuevo paso, todavía en la primera fase de carpintería, y un excelso misterio de Navarro Arteaga que daba sentido al Nazareno. La cofradía narró ayer una nueva historia que bien podría resumirse en la mano del Cristo rozando los dedos de ese niño tullido que se sitúa a su lado en la nueva escena. Había bullas en el barrio para no perder detalle de la obra. También contribuyó el atractivo de la agrupación Virgen de los Reyes , que enlazó tres marchas (‘Salve al Rey de los Judíos’, ‘La Saeta’ y ‘Virgen de las Angustias’) en la revirá de 270 grados que dio el paso en la esquina de la calle Turia con Ciudad de Chiva. Poco después llegaba la Virgen de la Purísima Concepción, envuelta en un aire de trianería cada vez más evidente . Lo contaban la esquinas cuajadas de flores de su palio, el andar y el roneo de su cuadrilla y hasta la marcha que completaba la escena: ‘La Esperanza de Triana’ de Farfán. Ahí es nada. Dos nuevas figuras estrenó también el misterio del Cautivo de Torreblanca , un portentoso paso de esos que llaman la atención de los más pequeños y que provoca la admiración de quienes se acercan a verlo a los sones de la banda de la Sentencia de Jerez. Este barrio cada Sábado de Pasión es una auténtica fiesta del color y las emociones que protagonizan sus vecinos. Llegar a Torreblanca cada año es sinónimo de la alegría y un ejercicio más que recomendable para los cofrades que anhelan el sentido primigenio de la Semana Santa. Calle estrechas con una letanía de ofrendas al Señor que ayer se hacían realidad por e sa amalgama de torres que dan nombre a su callejero . Poco después de las siete de la tarde, el palio de la Virgen de los Dolores, que estrenaba el bordado de su bambalina trasera, se adentraba en Abedul tras rendir visita a las casitas de Platanero . «Venga, que viene ahora la bulla», decía uno de sus auxiliares, mientras sonaba ‘Coronación de la Macarena’. Una dosis de autenticidad para una cofradía modélica. El sabor a barrio rebotaba en las fachadas con la misma cadencia con la que se mecían sus bambalinas. Es una de las señas de identidad del Sábado de Pasión, como también lo fue admirar a la hermandad de San José Obrero entre los naranjos en flor del Fontanal . La cofradía venía de regreso tras su estación de penitencia en el Santuario de los Gitanos. El cortejo, plagado de niños, llenaba de luz la noche, en la que todavía podía admirare la nueva imagen de la Verónica que había realizado Fernando Aguado para el paso del Señor de la Caridad. Los ojos de la mujer, arrodillada ante el Nazareno, eran una catequesis de fe, confirmando que las Vísperas no sólo son parte indispensable de la Semana Santa sino que también aportan criterio en la mejora del patrimonio . La Virgen de los Dolores llegaba con su candelería encendida y un paso valiente al que acompañaron los sones de ‘Virgen de la Paz’. Era un avance del Domingo de Ramos que ya empezaba a atisbarse en el horizonte. «Más poco a poco», decía Antonio Santiago, su capataz. Pues eso, no hace falta correr, que el gozo dura poco más de una semana.
Source link : https://www.abc.es/sevilla/pasionensevilla/noticias-semana-santa-sevilla/sabado-pasion-nube-incertidumbre-dejo-paso-gozo-20250413002326-nts.html
Author : (abc)
Publish date : 2025-04-12 22:23:00
Copyright for syndicated content belongs to the linked Source.