En una historia que parece sacada de una película de terror, el reumatólogo Jorge Zamora-Quezada ha sido condenado a 10 años de prisión por orquestar un sofisticado plan de fraude médico valorado en 118 millones de dólares, unos 103 millones de euros . Según ha publicado el medio estadounidense ‘New York Post’, el médico diagnosticó deliberadamente enfermedades graves a pacientes sanos para someterlos a tratamientos innecesarios y extremadamente costosos, todo con el objetivo de mantener un estilo de vida lleno de lujos con jets privados, coches deportivos y una opulenta cartera inmobiliaria. Zamora-Quezada, de 68 años, no solo manipuló a las aseguradoras con historiales clínicos falsificados, sino que convirtió su consulta en Mission, Texas, en el epicentro de un esquema tan lucrativo como criminal. Las víctimas, personas sin afecciones reumáticas reales , eran convencidas de que padecían artritis reumatoide , una enfermedad incurable y degenerativa, lo que las empujaba a aceptar regímenes agresivos de medicación, pruebas constantes y procedimientos invasivos . El Departamento de Justicia de Estados Unidos detalló que el médico, a lo largo de más de dos décadas , construyó un «ambiente de trabajo de miedo y autoridad». Se autodenominaba una «eminencia» y contrataba personal extranjer o que rara vez cuestionaban sus órdenes por miedo a ser despedidos y deportados . Una de las prácticas más escalofriantes reveladas en el juicio fue que el médico utilizaba a sus empleados como modelos para realizar ecografías que luego incorporaba en expedientes falsificados de pacientes inexistentes . Todo para cubrirse las espaldas ante posibles auditorías de las aseguradoras . Pero lo más grave fue el impacto que sus decisiones tuvieron sobre los pacientes. Muchos fueron tratados con fármacos altamente tóxicos , con efectos secundarios devastadores. Según testificaron varias víctimas, los tratamientos provocaron accidentes cerebrovasculares , necrosis en la mandíbula , caída del cabello , daños hepáticos y un dolor crónico tan intenso que les impedía realizar tareas cotidianas. «Estando constantemente en cama y sin poder levantarme solo, y con tanta medicación, sentía que mi vida no tenía sentido», relató uno de los pacientes en la sala del tribunal. Otra madre llegó a decir que su hijo fue tratado como «una rata de laboratorio» debido a la cantidad de fármacos que le recetó el doctor. Además de causar un daño irreparable a la salud de cientos de personas, Zamora-Quezada defraudó 28 millones de dólares a programas como Medicare, Medicaid, TRICARE y aseguradoras privadas como Blue Cross Blue Shield. Otros médicos de la zona, que trataron posteriormente a los pacientes del condenado, ofrecieron su testimonio durante el juicio, que duró 25 días, y coincidieron en que «para la mayoría era obvio que no tenían artritis reumatoide». Las autoridades descubrieron también que miles de expedientes médicos estaban almacenados en un cobertizo en condiciones deplorables, invadido por ratas y termitas, y donde muchos documentos estaban cubiertos de heces y orina. Con el dinero obtenido del fraude, el médico adquirió un avión bimotor , un Maserati GranTurismo y levantó una cartera inmobiliaria con al menos 13 propiedades entre Estados Unidos y México. «El Dr. Zamora-Quezada financió su lujoso estilo de vida durante dos décadas traumatizando a sus pacientes, abusando de sus empleados, mintiendo a las aseguradoras y robando dinero de los contribuyentes», declaró Matthew R. Galeotti, director de la División Penal del Departamento de Justicia. «Su conducta depravada representa una profunda traición a la confianza de los pacientes vulnerables que dependen de la atención e integridad de sus médicos», añadió. Tras el juicio, el doctor fue condenado por un cargo de conspiración para cometer fraude en la atención médica , siete cargos adicionales de fraude médico y uno más de conspiración para obstruir a la justicia . Además de la pena de prisión, se le confiscaron 28.245.454 dólares, unos 24 millones de euros , así como sus propiedades , el avión y el lujoso coche deportivo . «La sentencia de hoy no es solo un castigo, sino una advertencia. Los profesionales médicos que perjudiquen a los estadounidenses para su enriquecimiento personal serán perseguidos con firmeza y rendirán cuentas para proteger a nuestros ciudadanos y el erario público», concluyó Galeotti.
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Author : (abc)
Publish date : 2025-05-25 13:39:00
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