El arresto del comandante Abu Lulu, perteneciente a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) y acusado de liderar ejecuciones masivas, ha desatado una oleada de indignación y escepticismo . Activistas y observadores denuncian que las propias RSF —responsables de detenerlo— buscan lavar su imagen en medio de acusaciones de genocidio. Según informó Europa Press, las RSF, el poderoso grupo paramilitar que libra una guerra civil contra el ejército sudanés, aseguran haber capturado a varios de sus combatientes implicados en la reciente masacre de El Fasher. Entre ellos se encuentra Abu Lulu, cuyo nombre real sería Al-Fatí Abdulá Idris , acusado de estar detrás de múltiples matanzas durante los más de 500 días de cerco y ataques con drones y artillería sobre la ciudad. El hombre, apodado en redes y medios como «el carnicero del siglo» o «el ejecutor de TikTok», llegó a emitir en directo desde la plataforma TikTok, donde admitió haber asesinado a cientos de personas y afirmó que su objetivo era alcanzar las 2.000 víctimas. En otro vídeo, se le ve ejecutando a un hombre que suplica por su vida. Los vídeos que revelaron al mundo la brutalidad de Abu Lulu lo muestran ejecutando a civiles a quemarropa mientras sus hombres corean su nombre. En otra grabación, el propio comandante se jacta de no haber perdonado «ni a un prisionero». El arresto fue anunciado en un video difundido por los propios canales de las RSF, donde se mostraba al comandante tras las rejas en lo que el grupo describió como una prisión de Darfur del Norte . Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y activistas sudaneses consideran que se trata de un gesto vacío. «La detención de Abu Lulu parece ser una maniobra de relaciones públicas para desviar la indignación mundial y alejar la atención de la responsabilidad de la milicia en esta masacre», dijo Mohamed Suliman, investigador y escritor sudanés radicado en Boston a ‘The Guardian’. «Sin embargo, muchos sudaneses no se lo han creído y han lanzado un hashtag: ‘Todos ustedes son Abu Lulu’, lo que significa que toda la milicia actúa como él». Un informe del Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale indica que la ofensiva en El Fasher responde a « un proceso sistemático e intencional de limpieza étnica» contra comunidades no árabes, como los Fur, Zaghawa y Berti. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió esta semana del «riesgo creciente de violaciones y atrocidades por motivos étnicos». La activista sudanesa Hala al-Karib, de la Iniciativa Estratégica para las Mujeres en el Cuerno de África, calificó el arresto de Abu Lulu como «una broma dolorosa». « Hay falta de rendición de cuentas e indiferencia hacia nuestra humanidad . Cientos de miles de sudaneses han perecido, y niñas y mujeres jóvenes han sido violadas sin piedad durante los últimos tres años. Aun así, todo lo que hacen es intentar silenciar nuestro sufrimiento», denunció. Y Karib recordó que las RSF son herederas directas de las milicias Janjaweed, responsables de las masacres en Darfur en la década de 2000. Por tanto, para ella nada ha cambiado. Los testimonios de los supervivientes recogidos por la ONU, Médicos Sin Fronteras revelan una catástrofe humanitaria. Miles de personas han huido de El Fasher hacia Tawila tras semanas de combates y ejecuciones. «Había cuerpos de civiles tirados a lo largo de la carretera», relató un sobreviviente. «Algunos fueron atropellados por vehículos de las RSF». El portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Seif Magango, declaró que testigos habían confirmado que personal de las RSF seleccionó a mujeres y niñas y las violó a punta de pistola, obligando a las personas desplazadas restantes, alrededor de 100 familias, a abandonar el lugar…«. La Organización Mundial de la Salud confirmó la muerte de al menos 460 pacientes en los ataques contra el hospital de maternidad saudí de la ciudad esta semana. «Los soldados regresaron dos veces y acabaron con lo que quedaba en pie », denunció el portavoz Christian Lindmeier. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con alarma. Shayna Lewis, experta en prevención de atrocidades masivas, declaró que las RSF «intentan demostrar que las masacres son obra de unos pocos soldados descontrolados, en lugar de una política sistemática de genocidio…». «Lo que pasa ahora siempre ha pasado, continuamente mueren niños y se producen enfrentamientos entre ellos» , es lo que pueden llegar a sentenciar los observadores ajenos cuando hablan de lo que ocurre en el continente africano y en un país como Sudán, según afirman por unanimidad los expertos a los que ha consultado ABC. África no es un país, pero todo se ve bajo el mismo prisma. El arresto de Abu Lulu, lejos de traer justicia, parece exponer la profundidad de la impunidad en Sudán. Mientras los cuerpos siguen apareciendo en las calles de Darfur, las imágenes satelitales revelan la magnitud de lo que está ocurriendo y decenas de miles de desplazados vagan sin rumbo. Para las víctimas, la caída del «carnicero del siglo» es apenas un símbolo —una sombra más— de un horror que aún no ha terminado en «la guerra que no se ve», así la llaman las ONG.
Source link : https://www.abc.es/internacional/carnicero-siglo-cae-sudan-arresto-abu-lulu-20251101184729-nt.html
Author : (abc)
Publish date : 2025-11-01 17:49:00
Copyright for syndicated content belongs to the linked Source.