Pocos hoteles pueden considerarse gastronómicos. Alexandra Barcelona, Curio Collection by Hilton destaca entre la decena de establecimiento s donde se come o cena de maravilla por la calidad de su oferta y su esmerado servició. Tres son las propuestas culinarias que combinan la tradición mediterránea, los productos de proximidad y también tres espacios gastronómicos distintos y únicos. En el número 251 de la barcelonesa calle de Mallorca, entre Rambla de Cataluña y Paseo de Gracia, la entrada al hall del hotel de cuatro estrellas comparte fachada con una vistosa charcutería a pie de calle donde se muestra el arte y técnica de preparación de los derivados de la carne, que incluyen embutidos, fiambres, jamones curados, patés y otros preparados cárnicos. La chacinería de lujo comparte espacio con La Barra, un rincón informal y luminoso donde comer a cualquier hora del día . En el primer piso está el restaurante Solomillo y también se puede degustar sus productos en las terrazas de la calle y el interior del hotel, lo que supone una tercera dimensión para este establecimiento que consolida su oferta gastronómica. Entrantes para compartir Por una escalera lateral de la chacinería se accede al restaurante Solomillo en el primer piso, donde poder disfrutar de una oferta gastronómica basada en carnes de distintas razas al peso y acompañarlas de una amplia variedad de salsas, ensaladas, verduras y un poco de todo . Una oferta ideal para compartir y acompañar de un buen vino. En Solomillo todo gira alrededor de esta sabrosa pieza. Antes de atacar las carnes, lo mejor es arrancar el ágape con una tabla de 3, 6 o 9 quesos u otra de embutidos ibéricos, jamón de bellota gran reserva, lomito de presa ibérica de Jabugo o una tabla de cecina de Black Angus increíble, como deliciosa es la mortadela de Bologna IGP , pero también se puede apostar por la proximidad de una tabla de embutidos catalanes artesanos de Cal Tomás, o de jamón canario con picual y pimentón de la Vera, sin olvidar el foie mi cuit con tostadas o la terrina de paté casero. En cuanto a la carne, el comensal elige todo, desde la raza (Asturiana de los Valles, Cazurra, Frisian, Rubia Gallega o en forma de Steak Tartar) , el gramaje (125 gramos, 175, 250, 350 o 500 gramos), el punto de la carne, el método de cocinado (los Wellington se tienen que encargar), con salsas (bearnesa, café de París, queso azul, a la pimienta negra, a la mostaza antigua, mojo de hierbas, jalapeño asado) o guarniciones de ensaladas (de lechuga y cebolla aliñada, como les gusta en el País Vasco; hoja de roble, nueces y vinagreta de mostaza; tomate de temporada, aceite virgen y escamas de sal o cogollo Caesar), verduras (pil pil de pimientos del piquillo escalivados; espárragos trigueros a la brasa ¸tirabeques salteados con toque de jengibre; bimi salteado con aceite de oliva virgen; coliflor gratinada; pimientos del Padrón auténticos o salteado de verduras de temporada con nuez moscada) o un poco de todo: judías de Santa Pau salteadas; macarrones blancos al gratin; espinacas a la crema; escalope de foie o tuétano a la brasa. Carnes de distintas razas El solomillo de Asturiana de los Valles es una raza que se cría en la cordillera Cantábrica y su alimentación principal son los pastos de montaña. De sabor suave y delicado, se caracteriza por desarrollar una carne de mucha calidad y con muy poca grasa. La Cazurra no es una raza en sí misma; es un concepto que une el Black Angus con los mejores animales del norte de España, mientras que Frisian es una raza originaria del centro de Europa, que no llega a España hasta el año 1965. Se trata de una raza lechera en la primera etapa de su vida y engordada en la segunda parte para mejorar el sabor de su carne, que es intenso debido a su maduración. La cuarta carne de que disponen en Solomillo es la ancestral Rubia Gallega, reses destinadas inicialmente al trabajo en el campo que se alimentan de leche materna, forrajes y comida «caliente» como patatas y grelos. Se trata de a nimales longevos y de carne madurada con mucha intensidad de sabor. En Solomillo se sirve con una maduración de 40 días . En el capítulo de postres, hay que probar la cremosa tarta de queso o la mouse de chocolate con Chantilly, la tarta caliente Tatin de manzana con helado de vainilla o el hojaldre crujiente de vainilla y avellana garrapiñada. Mejor maridar el postre con alguno de la docena de selección de vinos dulces, entre el que destaca el húngaro Royal Tokaji 5 Puttonyos Aszú. La apuesta del hotel por el producto de proximidad se refleja en la selección de ingredientes con denominaciones de origen protegidas (DOP) e indicaciones geográficas protegidas (IGP), así como en una cuidada carta de vinos catalanes y españoles que complementan la experiencia culinaria . El ticket medio es de 50-55 euros sin bebida. Menú Wellington En Solomillo también se ofrece el menú Wellington que incluye la carne hecha con esta tradicional receta, acompañada de una guarnición de lechuga y cebolla, un exquisito puré cremoso de patata y salsa pimienta. Este menú tiene un precio de 37 euros por persona y se puede pedir todos los días del año con una antelación de 48 horas . También dispone del solomillo con foie Poêle y reducción de Pedro Ximénez. También con la llegada del otoño se introducen razas como la Salers, de Km 0, ecológicas y regenerativas. Además, se presentan nuevas guarniciones como los cogollos a la brasa con refrito de ajos y guindilla, el puré de boniato y las setas de temporada. La Barra del Solomillo La Barra del Solomillo es la novedad, un nuevo concepto gastronómico con tapas y conservas de autor. El Restaurante Solomillo, conocido por su propuesta única de «carne al peso» presenta una nueva etapa en su oferta gastronómica con el rediseño de su antigua Charcutería, que se ha transformado en un establecimiento en sí mismo con atractivo. Este nuevo espacio reinterpreta la esencia de la charcutería tradicional, incorporando una selección de tapas, platillos y conservas de alta calidad , pensadas para disfrutar en un ambiente más informal, pero con el mismo sello gastronómico del restaurante. Entre las nuevas propuestas destacan el dúo de brioche de steak tartar, el tartar de salmón, las anchoas del Cantábrico y la famosa ensaladilla de atún de la casa, auténticos protagonistas de esta renovada experiencia culinaria. Todo ello acompañado de platillos a base de solomillo y sus famosas hamburguesas de Rubia Gallega hechas en casa . La Barra del Solomillo invita a descubrir un formato más cercano, donde el producto sigue siendo el eje central. Su carta combina la tradición de las tapas españolas con la cuidada selección de ingredientes que caracteriza a Solomillo, ofreciendo una propuesta perfecta tanto para un aperitivo como para una comida ligera . Con este rediseño, Solomillo consolida su apuesta por evolucionar sin perder su identidad, creando un punto de encuentro ideal para los amantes de la buena mesa y el ambiente barcelonés más auténtico. Además, disponen de un servicio para llevar o «take away» y de diferentes espacios para eventos privados o de empresa, perfectos para estas próximas navidades.
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Author : (abc)
Publish date : 2025-11-09 19:43:00
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