‘La Aventura’ es el título de una de las canciones del nuevo disco de León Benavente , y también el apropiado nombre con el que han bautizado el sello que han creado para publicarlo. Después de dos álbumes lanzados con la multinacional Warner, Abraham Boba y compañía vuelven a la independencia con ‘Nueva Sinfonía sobre el Caos’ , una grabación producida por Martí Perarnau IV que recuerda a los impetuosos inicios del grupo. ¿Qué le dicen mis colegas periodistas sobre el disco? Que es el más bailable, que es muy directo, pero a la vez, que es el que más hace pensar. Por tanto evoca las sensaciones del primer disco: rítmica arrolladora, baile de sonoridades apocalípiticas, letras escritas en riguroso presente porque quién sabe qué pasará mañana, lo cual enlaza con el título… Hace un año hicieron una gira celebrando los diez años de su debut, ¿quizá esos conciertos han influido? Totalmente, aunque de forma casi inconsciente. Rescatar ese repertorio, de alguna manera nos sirvió para coger parte de esa esencia. Aunque creo que estas canciones son bastante más sofisticadas, sí hay ese espíritu de urgencia del primer disco. De hecho es el más corto que han hecho, treinta y tres minutos. ¿Esa duración es espontánea o tiene algo de premeditado? No sé hasta qué punto puede tener que ver con el signo de los tiempos. Nosotros, aunque seamos de una generación distinta a la de los jóvenes, somos hijos del presente y estamos muy atentos a las cosas que pasan a nuestro alrededor. Sí que quisimos hacer un disco que fuese como un puñetazo, muy rápido, con unas estructuras de canciones muy clásicas. Ha dicho que están muy atentos a la actualidad, y el tratamiento vocal en algunas partes del disco casi se acerca a las producciones urbanas, con voces muy moduladas y autotuneadas. Sí, a nosotros nos gusta la música con la que hemos crecido, pero también la que se hace ahora incluyendo la que emplea otros lenguajes musicales. León Benavente es una batidora en la que cabe todo, en la que podemos usar herramientas de los hits de hoy en día. Eso es de lo más divertido e interesante. ¿Tratar las voces? ¿Por qué no? Ya incluso en las maquetas, las canciones estaban muy orientadas en esa dirección. Con Martí Perarnau IV ya trabajaron en una colaboración con Iván Ferreiro, y ahora ha sido el elegido para delegar la producción por primera vez. Sí, siempre nos hemos producido a nosotros mismos, pero llevábamos ya un tiempo dándole vueltas a meter a alguien más en la ecuación. Al principio pensamos en hacer las canciones con diferentes productores, pero Martí es una persona a la que conocemos muy bien, nos gusta su aproximación a la electrónica desde el rock y es un tío muy despierto, así que nos pareció la elección ideal. ¿Por qué salir de Warner? El primer disco nos lo editó Marxophone, pero en realidad nos lo pagamos nosotros con una beca que nos dieron de Matadero Madrid. Los tres siguientes los sacamos con Warner y fue una etapa importante, que estuvo bien experimentar. Pero las circunstancias ahora son estas, queremos autoproducirnos, autogestionarnos y elegir a nuestro equipo de trabajo. Los músicos, sobre todo los autogestionados, tienen que atender a muchos más frentes que antes de la existencia de internet. Chequear la evolución del streaming, crear contenido en redes, etc… ¿Quizá eso esté provocando tanto ‘burnout’, tanto descanso indefinido, tanto retiro, tantas separaciones? Nosotros, como personas, somos de una generación que no necesita tanto la exposición en redes. ¡Pero como grupo sí! Y cada vez más. Nuestro disco anterior salió hace tres años, y lo que tenemos que hacer ahora en redes no tiene nada que ver con lo que teníamos que hacer entonces. Es mucho más. Y eso que nosotros nos cortamos mucho. La gente con la que trabajamos este tema nos dice: «En redes tenéis que ser vosotros mismos, pero claro… la gente necesita sentir proximidad, que sois cercanos». Es como tener que estar constantemente levantando la mano en plan «¡hey gente, estamos aquí!». La gente lo demanda, y ante el aluvión de información que hay hoy en día, como no saques un poco la patita, te hundes en el océano. Y tenemos que hacerlo porque este es nuestro oficio. Lo que pasa es que ahora hay que hacer trabajos que antes no necesitabas. Y ahora veo que hay mucha obsesión por hacerse famoso, más que por cantar o tocar bien. Los conciertos ya no son tan importantes, yo veo a artistas nuevos que hacen tres fechas y ya. Y para hacer buenos conciertos hay que tocar, tocar, tocar. Aunque hagas playback, me da igual. Enfrentarse al escenario es algo que hay que hacer y eso se está perdiendo y es triste. Y cuidado con esa necesidad de ser famoso a toda costa: cuanto más rápida es la subida, más dura es la caída. El título del disco podría ser el de una banda sonora para los telediarios, ¿no? Total. La actualidad son todo malas noticias, incomprensión, ansiedad constante. Yo que soy una persona bastante ordenada, el caos lo vivo con ansiedad. En eso hemos intentado mantener otra esencia de León Benavente, que es el de asomarse a la calle para ver lo que ocurre y para ver los problemas de la clase media.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-10-04 07:13:09
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