Es bien conocido que en casa de Isabel Preysler todo se celebra a lo grande, y más cuando se trata de la Navidad. Es el momento en el que la ‘reina de corazones’ consigue reunir a gran parte de su familia. También es el momento en el que Ana Boyer, instalada en Qatar junto a su marido, Fernando Verdasco, y sus hijos, regresa a casa por Navidad, como dice el famoso anuncio de turrones. Vivir tan lejos tiene sus ventajas y desventajas: «Nosotros lo llevamos muy bien. Llevamos ya muchos años allí y estamos muy acostumbrados a los viajes , no nos cuesta nada, así que sin problema», reconoce Ana, quien insiste en que por el momento no tienen ninguna intención de mudarse. «A corto plazo no, estamos allí bastante contentos y nos gusta mucho Qatar. De momento, nos quedamos ahí». Pero, ¿qué piensa Isabel de la distancia? ‘Ella lo lleva fatal, pero hoy en día hacemos muchas videollamadas o FaceTime, por lo menos los ve continuamente. Pero lo lleva muy mal, tenía muchas ganas de que viniéramos para estar con sus nietos . Es muy niñera y los adora, se divierte muchísimo con ellos. Estaba ya deseando», apunta Ana. Como todos los niños, sus dos hijos mayores son inquietos y muy juguetones: «Es un caos con ellos. Yo paso y digo: ‘No puede ser’. Lo ordenas todo y, 10 minutos después, está todo otra vez por los suelos’, reconoce entre risas. A pesar de todo, Ana y Fernando no descartan aumentar la familia: «No lo tenemos claro, pero no por la niña, ¿eh? Si queremos tener un hijo más o si nos vamos a plantar, eso es lo que tenemos que pensar . Todavía no lo tenemos del todo claro. Están en una edad con mucha energía, tienen 8 meses, 3 y 5 años. Están un poco peleones, pero no lo descartamos». Aunque quiere destacar que, a pesar de la poca diferencia de edad y de que todos son chicos, no hay celos entre ellos. «Adoran a su hermano pequeño y están todo el día dándole abrazos, besos, cogiéndole y están encantados. Se adoran, no pueden estar separados, pero están todo el día pegándose ». En las navidades, aprovechan para coincidir con toda la familia que tanto ella como su marido tienen en Madrid. «Muchas veces nos hemos reunido con las dos familias. Si pasamos las fiestas en Madrid y encaja para ambas partes, nos juntamos las dos familias, normalmente en casa de mi madre ». Al reunirse tantas personas, el tema de los regalos se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. «Hemos propuesto muchos años hacer lo del amigo invisible, pero siempre terminamos haciendo regalos todos a todos». Ana desvela que « a los chicos les suelen tocar jerseys, bufandas o chaquetas, y a las chicas, ropa o algún bolso . Nada muy extraño. A los niños, juguetes. Ahora están con las Tortugas Ninja y los Transformers». Cuando celebran las fiestas en España, de los adornos navideños se encarga Isabel Preysler, una apasionada de la decoración y de estas festividades. «Como vivo fuera, normalmente solemos venir a casa de mi madre, y ya está montado el árbol de Navidad. A mi madre le gusta mucho que todo esté decorado , así que pone el árbol, muchas decoraciones, y los niños se vuelven locos». Reconoce que son «más de Papá Noel» y que lo preparan todo para su llegada, incluso «un año mi madre pidió a un amigo que viniera disfrazado». Aunque teme que la inocencia de sus hijos termine pronto porque su hijo mayor «ya tiene 5 años» y ya se entera de todo. Quien no puede faltar esta Navidad es su hermana Tamara Falcó, a quien describe como una tía increíble para sus hijos. « Ellos la adoran porque es muy divertida y siempre tiene ideas extravagantes sobre qué hacer : ‘Ahora vamos a montar una casa con esto, nos metemos, saltamos por aquí, pintamos aquello…’. Mis hijos la encuentran tan entretenida que se lo pasan fenomenal con ella». También dedica palabras cariñosas a Íñigo Onieva: «Él pasa muchísimo tiempo con nosotros y siempre está presente en los planes familiares. Se lleva muy bien con Fernando y con los niños , y además es muy niñero. Mis hijos también se llevan genial con él». En cuanto al esperado embarazo de Tamara, señala: «La veo muy tranquila. Claro, creo que el hecho de que te estén preguntando todo el día puede ser un poco molesto, y al final acabas pensando ‘¡qué pesados!’. Pero ella está acostumbrada, sabe que es parte de lo que toca y que le seguirán preguntando todos los días, sin que haya nada que pueda hacer al respecto. La veo muy serena; sabe que, si llega, estará feliz, y si no, también . Tiene esa situación muy asumida». Entre sus planes para 2025, Ana tiene claro que prefiere «ir viendo» y que «los proyectos nuevos no suelen surgir con muchísima antelación. De momento, no tenemos nada nuevo planeado. Seguimos más o menos con nuestras cosas, igual que este año, y estamos abiertos a ver cómo evoluciona nuestra vida en Qatar , si surgen oportunidades allí o aquí también para mi marido». Sin embargo, tiene muy claro lo que le pide al nuevo año: « Yo siempre pido salud . Creo que es lo más importante, y lo que más alegría me da es ver que las personas más cercanas a mí estén sanas y sin sustos de salud».
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Author : (abc)
Publish date : 2024-12-25 01:20:42
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