Barcelona está repleta de fantásticas ofertas gastronómicas, por lo general tendentes a situarse en el centro de la ciudad debido a una suerte de fuerza centrípeta que las agrupa. El escritor Ignasi Riera, autor del «Llibre d’hores del ben menjar», asegura que en los extremos de las líneas del Metro de Barcelona es donde se degustan las mejores tapas a menores precios. Junto a la estación de Metro de Canyelles de la Línea 3 se encuentra el restaurante 5 Hermanos, todo un referente en Nou Barris desde hace medio siglo y que acaba de remodelarse y ampliar su oferta gastronómica con cenas . 5 Hermanos es el vivo ejemplo de éxito de la empresa familiar, ahora a cargo de la tercera generación pero con la incorporación ya de la cuarta que se siente orgullosa de trabajar en la casa de comidas que fundó la abuela Juana Buixó, conocida como Janet por el establecimiento del mismo nombre que fundó a mediados del siglo pasado. Su hija Teresa se hizo con las riendas del negocio que había mamado desde que tenía 14 años y lo trasladó en 1977. Veinte años después, su hijo Manel reformó el local y junto a Javi, Julio y Jordi y su sobrino Aitor integran el repóker al frente del establecimiento que ha vuelto a experimentar una reforma integral a cargo del arquitecto y sumiller Pere Cortacans. La hostelería tiene un peso fundamental en la comunidad porque genera empleo, aporta imagen y es un reflejo de la sociedad, además de puerta de entrada a valores como la proximidad y fomentar la socialización y cohesión social. También la restauración está íntimamente conectada con el sector agroalimentario y contribuye a una oferta de calidad y sostenible que además promueve el turismo gastronómico, como ocurre con 5 Hermanos en el distrito de Nou Barris, imprescindible en cualquier ruta urbana que aprecie conocer la gastronomía de mercado basada en un producto de calidad ofrecido a través de recetas caseras transmitidas de generación en generación, máxime en este año en el que Cataluña ha sido nombrada Región Mundial de la Gastronomía. Las señas de identidad de este establecimiento las resume Jordi Gerpe desde la misma carta del restaurante como sus principales credenciales : «En resumen, la Janet enseñó a guisar a la Tere; la Tere se sacó un máster en la vida y enseñó al Manel cómo se llevaba un negocio de hostelería y, a su vez, trasladó a sus hijos Julio y Javier los conocimientos de la yaya Juanita. A mí, menor de la familia y espectador de lujo de esta gran historia, no me queda otra que seguir este ejemplo de amor por la vida y la hostelería. Teniendo ya la cuarta generación al servicio, la familia Gerpe Feliu brinda por lo que queda por llegar. Bienvenido a 5 Hermanos Casa de comidas»- Nada más franquear la puerta de 5 Hermanos, todo derrocha autenticidad, desde su ambiente de barrio informal y cercano hasta el cariño con el que el equipo del local, integrado por 15 profesionales, trata a cualquiera de sus clientes. Ya sean los de siempre, varias generaciones de las mismas familias fieles desde su apertura, o una nueva clientela que acude atraída por una cocina casera solvente y auténtica, felizmente alejada de los circuitos gastronómicos habituales . La imagen del local, de dos plantas más terraza, se ha renovado con un interiorismo que combina la calidez de la tradición con un aire contemporáneo. Con esta transformación, 5 Hermanos ha ampliado su propuesta gastronómica, ofreciendo ahora cenas donde sigue como protagonista el producto de calidad y la cocina de barrio con un toque distinguido. «Tras la reforma, nos apetecía mucho ofrecer un servicio más completo y poder dar cenas en un ambiente más íntimo , con vinos buenos y platos más sofisticados, pero siempre reivindicando la cocina de barrio», explica Jordi Gerpe. Entre los platos más destacados de la carta nocturna se encuentran el canelón de temporada (suave y meloso, que va cambiando de relleno), los pescados de lonja a la brasa al estilo Josper, el pulpo a feira con cachelos la almeja babosa marinera, los huevos rotos con carabinero y trufa o el atún rojo de Balfegó, además de una cuidada selección de entrantes y postres caseros. Todos ellos conviven con un menú de mediodía a 15 euros que sigue siendo un referente para los vecinos de la zona . Mención aparte merece una carta de vinos corta y bien planteada, en la que se pueden encontrar desde referencias clásicas hasta pequeños proyectos poco conocidos ideales para satisfacer a los paladares más exigentes, como el Cunqueiro Tercer Milenium con el que el cronista acompañó un excelente mero salvaje, o el Mas Vilella 2020, una malvasía de Sitges con el que maridó unas alcachofas del Prat con jamón. Callos de tripa blanca o un pulpo del amigo proveedor de la Costa da Morte son otras exquisiteces clásicas, además de las croquetas de jamón y también de pollo que se combinan con otras de morcilla de cebolla con manzana y un punto de canela que las hace irresistibles. El establecimiento cuenta también con una tienda de la misma comida casera para llevar, situada en el local contiguo de la misma calle de Federico García Lorca, 31, desde donde, allá en la cima de Barcelona, las estrellas no tienen novio y son más visibles : «todas las noches salen a las rejas ¡oh cielo de mil pisos! y hacen líricas señas a los mares de sombra que las rodean», como dejó dicho el poeta.
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Author : (abc)
Publish date : 2025-03-23 13:17:00
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