El fuego se detuvo a las puertas del cementerio de Cubo de Benavente, un pueblo de 117 habitantes ubicado en Zamora, al noroeste de Castilla y León. La cal blanca mordida por la ceniza separa el pasto humeante de las tumbas, cuyas cruces permanecen intactas. Cinco kilómetros separan esta localidad de Molezuelas de Carballeda, comarca donde se originó el primer y más virulento fuego que avanzó desde Zamora hasta León hace ya casi una semana. En el recorrido inicial entre estos dos pueblos —de apenas cinco kilómetros, insisto—, se despliegan unas 3.500 hectáreas de pinares carbonizados. Esto parece el fin