En los últimos cuatro años, más de 16 millones de personas han intentado dar esquinazo a la miseria o la guerra, valga la redundancia, buscándose la vida en países ricos. Esta cifra, siempre difícil de calcular, supone el mayor aumento de refugiados e inmigrantes de la historia moderna. Esta famélica legión de recién llegados procede literalmente de todas las partes del mundo, incluidos cientos de miles de ucranianos que huyen de la agresión de Rusia pero también millones de personas procedentes de Asia y el África subsahariana . En promedio, estos recién llegados tienen menos cualificaciones que la media de