«A veces parece que somos dos trapecistas haciendo malabares con todo. Con el tiempo hemos ido creando mecanismos que nos funcionan: no es lo mismo organizarse cuando é ramos dos que ahora que somos cinco. Tenemos un calendario familiar en la nevera y otro digital compartido en el móvil . Nos dejamos pistas visuales: post-its, objetos estratégicamente colocados para no olvidarnos de cosas, recordatorios en bucle… Y, sobre todo, mucha 'complicidad organizada' . Si uno está desbordado, el otro entra en acción sin pensarlo. ¿Se nos escapan cosas? Claro. Las compras, por ejemplo. Vamos a por leche y volvemos con