La premisa de 'Playa de Lobos' posee la engañosa simplicidad de una anécdota vacacional que sale mal. Es de noche en un chiringuito desierto de la costa canaria. Manu (Dani Rovira), un empleado local, solo quiere recoger la última tumbona y marcharse a casa. Klaus (Guillermo Francella), un turista argentino, se niega a levantarse. Lo que comienza como una disputa trivial sobre normas de playa se transforma, bajo la dirección de Javier Veiga, en una disección claustrofóbica de la responsabilidad individual y la manipulación psicológica. Esta coproducción hispano-argentina, respaldada por RTVE y Zebra Producciones, se presenta como un híbrido de