Una nueva temporada, y con esta van diecisiete, en que la Compañía Sevillana de Zarzuela comienza su andadura con el ardor y el ímpetu que la caracteriza. Y lo hace con un título en el que el vino termina uniendo a criados y señores, los hace confidentes, los lleva a constituirse en una especie de familia con mucho que compartir. Por otro lado, la figura del criado José se mueve entre Andalucía y Galicia , entre Sevilla y Santiago , lo que a su vez resulta un acercamiento musical a las dos tierras desde el mismo preludio, entre unos aires