En lo más profundo de muchas cuevas, el agua que gotea crea en el suelo la que es una de las formaciones más emblemáticas de la naturaleza, las estalagmitas. A no confundir con las estalactitas, que cuelgan del techo, estos auténticos pilares de calcita, que pueden tener desde unos pocos centímetros a muchos metros de altura, se elevan a medida que el agua cae gota a gota, depositando con cada una una diminuta cantidad los minerales que contiene. Sin embargo, y más allá de su innegable belleza, las estalagmitas son también archivos naturales capaces de registrar antiguos cambios climáticos, igual