Coleccionista de victorias en la categoría, que domina con puño de hierro, José Antonio Rueda se ha revelado en campeón insaciable, voraz, que no baja el pistón y sigue ganando, corriendo como si aún no tuviera el título de Moto3 en el bolsillo. Tiene ambición, hambre, sed de gloria y mucho talento. En el complejo pero atractivo trazado de Phillip Island, en Australia , el palaciego se exhibió mostrando sus galones de campeón dos semanas después de cantar el alirón en Indonesia. Sólo Kelso , piloto local, pudo hacerle sombra al sevillano, aunque en realidad nunca tuvo el australiano velocidad