El otoño ya ha desplegado sus colores sobre nuestro país y con él comienza una temporada perfecta para recorrer pequeños pueblos llenos de historia. Cuando las hojas cambian sus tonalidades, los días se acortan y la luz se vuelve más dorada, cualquier paseo adquiere un encanto especial . Es entonces cuando pueblos cercanos a grandes ciudades se convierten en destinos ideales. A solo media hora de Santander se encuentra uno de esos tesoros: Cartes, declarado Bien de Interés Cultural en 1985 , un municipio cargado de historia, arquitectura, paisajes y gastronomía que invita a perderse entre sus calles medievales. Cartes