Hasta la hazaña de aquel grupo de mamelucos en Palestina el 3 de septiembre de 1260, los mongoles eran invencibles. Aquello era consecuencia de los logros de Gengis Khan , que seis décadas antes había descendido de las estepas al norte del Gobi con una horda de guerreros sanguinarios, con el objetivo de conquistar el mundo. En primer lugar consiguió unir bajo su estandarte a todas las tribus de su pueblo, que hasta entonces se encontraban enfrentadas. En su posterior travesía, los jinetes mongoles arrasaron con todo lo que encontraron a su paso entre la península de Corea y el