Un equipo de científicos, co-liderado por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y el Hospital Occidental de China de la Universidad de Sichuan (WCHSU), ha logrado revertir los efectos del alzh-eimer en modelos animales mediante una innovadora estrategia nanotecnológica. Los resultados abren nuevas vías terapéuticas centradas en la salud vascular del cerebro, más allá de las aproximaciones neuronales tradicionales. A diferencia de la nanomedicina convencional, que utiliza nanopartículas como vehículos para transportar fármaco, esta investigación utiliza nanopartículas bioactivas, conocidas como fármacos supramoleculares, que actúan por sí mismas. Su acción no se dirige directamente a las neuronas, sino a la