Israel va ganando la guerra militar , pero no la batalla moral y eso puede suponer perder, como ya ha ocurrido en el pasado, la paz. A veintidós meses del ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 y tras bombardeos, ofensivas múltiples y represalias regionales, la nación hebrea se alza como potencia hegemónica en Oriente Medio. Su superioridad tecnológica, su atrevido espionaje, su capacidad de disuasión nuclear y el respaldo de Estados Unidos –incluso bajo el imprevisible liderazgo de Donald Trump– han colocado a Tel Aviv en una posición de dominio no solo táctico, sino estructural en la zona.