Visible desde alguna de las habitaciones de la estructura, una estatua de san Juan Pablo II custodia -como si de san Pedro se tratase- la entrada del Hospital Universitario Agostino Gemelli , uno de los más grandes de Roma y el encargado de velar por la salud de los Sumos Pontífices de la Iglesia católica desde hace décadas, convertido en una extensión del Vaticano. Desde el pasado viernes, es el Papa Francisco quien ocupa una de las estancias de este centro sanitario para tratarse la neumonía bilateral de la que ha sido diagnosticado y que tiene en vilo a los