La llamada litigación climática está en pleno auge. Dentro de ella va cobrando relevancia la relativa al 'greenwashing'. La competencia desleal y la publicidad ilícita van a ser los campos de pruebas de este fenómeno preocupante, inadmisible e indeseable. Para ello hemos de conseguir entre todos interpretar nuestro Derecho con arreglo a los estándares del nuevo acervo ESG (gobernanza medioambiental y social); y hemos de buscar criterios de prueba que permitan levantar el velo de las medias verdades. La sostenibilidad se ha convertido en un imperativo para las empresas. Forma parte esencial del buen gobierno corporativo. Las exigencias ESG son