Julio de 2025, en una sala de exámenes en Australia, mientras el reloj avanza con lentitud implacable, cientos de adolescentes intentan resolver algunos de los problemas más difíciles y desafiantes en el ámbito de la matemática. No tienen acceso a calculadoras, ni a internet. Solo papel, lápiz y su ingenio. Lo extraordinario este año no fue solo el talento humano reunido en la Olimpiada Internacional de Matemáticas (IMO, por sus siglas en inglés), sino el hecho de que, por primera vez, las inteligencias artificiales consiguieran algo impensable hace solo un año. Y aunque las máquinas brillaron como nunca antes… los