Mientras el viento vuela raro cubriéndolo todo de nubes y la ciudad transita otro Viernes de Dolores pendiente de las isobaras y las probabilidades de lluvia , hay un templo lleno de fieles viviendo su propia pasión despreocupado del temporal. Adonde van no importa que llueva o truene: no hay edén, pero sí un jardín del deseo en flor. Es pasión , sin dudas, cuando Travis Birds visita Sevilla y la Sala Custom por segunda vez en poco más de un año y llega con todo vendido. La artista llega en el mejor momento de su carrera con la creatividad