Cornellà acogía un derbi catalán en el que el Espanyol iba a buscar la revancha tras el humillante 4-1 que recibió en la ida y contrarrestar los buenos resultados de sus perseguidores. Por su parte, el Girona no quería caer derrotado por primera vez en el feudo periquito ni perder de vista los puestos europeos . Partido tenso, con dominio gerundense y eficacia perica . Los tres puntos se les escaparon a los de Manolo, que cedieron demasiado terreno ante un rival muy letal arriba y terminaron encajando tras un penalti ahorrable e innecesario de Urko , visiblemente afectado tras