El anuncio de la proclamación de John Henry Newman como doctor de la Iglesia ha avivado discusiones entre católicos 'conservadores' y 'progresistas', que tratan de reivindicar su figura, pretendiendo que su obra respalda sus posiciones teológicas y eclesiales. Pero para conocer el pensamiento de Newman conviene leer su copiosa obra, que incluye casi todos los géneros, desde la poesía al sermón, pasando por la novela o las memorias. Hombre de inequívoco temperamento artístico (e incluso romántico), Newman era también un ardoroso pesquisidor de la verdad; empeño que lo fue alejando de la secta anglicana, corrompida de liberalismo. Su conversión, sin