De las míticas tertulias del Café Gijón en Madrid, en Zaragoza los «papirofléxicos» se fueron primero al Levante los lunes y luego, cuando fue cogiendo fuelle la reunión, saltaron al café del Teatro Romano los martes. Allí se pueden poner a plegar al unísono entre 15 y 75 personas. Un grupo de «bichos raros», como se describen dos de ellos, Jorge Pardo y Felipe Moreno, a quienes en su juventud atrapó «como un virus» para siempre el arte del plegado, una seducción que han plasmado en el EMOZ, la Escuela Museo de Origami de Zaragoza. Pardo y Moreno han cargado