Compete al presidente de RTVE poner fin a la deriva hacia el sectarismo y la manipulación a la que está llevado a la televisión pública, llenando la parrilla de la cadena de programas encargados a productoras ajenas a la corporación y entregadas al activismo progubernamental. El último ejemplo ha surgido en el programa 'Mañaneros 360', que cogido en una grosera manipulación (presentó, en la crisis de los cribados de Andalucía, como médico a una liberada sindical cuya labor en el hospital ha fluctuado entre la cocina y las tareas administrativas auxiliares) pasó a la difamación de los medios que hemos