Y el sol salió. Secando las penas de Los Gitanos que no pudieron sacar el Miércoles Santo a sus dos Titulares . Y estuvieron casi a punto: la Cruz de Guía debajo del dintel y el alma en vilo. Pero a estas alturas de abril hay jueves, santos o laicos, que amanecen rasos aunque luego unas nubes de evolución hagan sus diabluras. Jeribeques en el aire, no más. Así se presentaba a ojos del cronista Jesús el Pobre. Trágico en su pobreza y rico en sus hermanos. Mas este año que estrenaba en los faldones bordados obra de Jesús Hellín.