La afición barcelonista desplazada a Alemania prendió bengalas cuando los jugadores salieron al terreno de juego. Deplorable actuación que vuelve más comprensible por qué el presidente Joan Laporta decidió acabar con la grada de animación. Podría muy bien ser que la UEFA impusiera sanciones al club por causa de estos hechos, como impedir la entrada de los aficionados en el próximo desplazamiento europeo. Gerard Martín sustituyó a Balde, lesionado el sábado en un partido menor, de baja audiencia, de menos negocio y de ningún espectáculo en un momento crucial de la temporada. El fútbol de élite ha de tomarse más