Nova Gorica , la eterna ciudad joven de Eslovenia , lleva su corta edad con la elegancia de haber sido reconstruida piedra a piedra después de los estragos de la Segunda Guerra Mundial . Esta ciudad fronteriza, hermana de su milenaria vecina, la ciudad italiana Gorizia , ha aprendido que la historia entrelazada es más rica; es por ello que ambas urbes han tramado un abrazo cultural que hoy brilla con luz propia al convertirse en la flamante Capital Europea de la Cultura 2025 . Aquí, donde los Alpes Julianos besan los viñedos del valle de Vipava, entre colinas que